El ministro recordó el valor preventivo de esa herramienta y dijo que habrá controles en los ingresos a los locales y estadios.
Ante la habilitación de eventos masivos en lugares como estadios de fútbol y boliches, el ministro de Salud bonaerense Nicolás Kreplak recomendó tener “barbijo a mano” como una herramienta de prevención sanitaria en caso de que se produzcan aglomeraciones, ya que recordó que aún está vigente la circulación del coronavirus.
En una entrevista radial, el funcionario provincial anticipó que habrá “controles” en los ingresos a locales bailables, donde regirá un aforo del 50%, ya que subrayó que a los asistentes se les exigirá “certificado de vacunación” con el esquema de inmunización completo.
Respecto a los hinchas que concurran a los partidos de fútbol, el titular de la cartera sanitaria provincial recordó que las autoridades pedirán la certificación de al menos una dosis a partir de los 18 años.
En el marco de la flexibilización de algunas medidas como el no uso de tapabocas en espacios al aire libre, en coincidencia con lo establecido por el DNU del Gobierno nacional, Kreplak explicó que “el barbijo hay que tenerlo presente, a mano y hay que llevarlo todo el tiempo, ante cualquier duda, a modo de cuidado, porque aún está la pandemia”.
Además, precisó que la apertura de boliches se demoró al sostener que es “uno del ambiente más peligros” e insistió en que “tiene que haber mucho control con las personas porque sólo podrán ingresar los que recibieron las dos dosis”.
En ese contexto, el ministro aseguró que “hay que convencer a los más chicos”, tras asegurar que los jóvenes son renuentes a vacunarse “no por una cuestión ideológica”, sino por una actitud “de la edad” en contra las reacciones de las vacunas por evitar el “malestar” de no más de 24 horas.
Consultado sobre qué habría que esperar de aquí en adelante sobre la evolución de contagios de la variante Delta, Kreplak precisó que la mutación del virus proveniente de la India tiene una “progresión lenta”: “En la Provincia no tenemos más del 1% de circulación”.
Kreplak atribuyó la ralentización de esta cepa a una “muy buena estrategia” gubernamental, que se centró en aplicación “masiva de la primera dosis de la vacuna y luego la segunda”. Además, sostuvo que esa decisión “permitió que el sistema de salud soporte” la demanda de los pacientes, al sostener que “la Argentina fue el único país que logró brindar atención y respuestas” sanitarias. (DIB)