La cantante logró una medida cautelar en contra de su ex pareja a quien denunció por violencia de género y laboral.
La cantante Ángela Leiva obtuvo un fallo judicial a su favor que implica una medida cautelar en contra de su ex pareja y ex manager, el empresario Mariano Zelaya, quien fue denunciado por violencia de género, psicológica, laboral, persecución y hostigamiento.
En este sentido, la justicia le imposibilitó a Zelaya a que se acercara a menos de 50 metros de la intérprete tropical y Leiva señaló: “Siempre sentí que la justicia estuvo a mi favor. En ocasiones me puse un poco mal porque lleva sus tiempos”.
“Esta medida, a él como victimario lo deja bastante en evidencia. Si él viola esa cautelar, puede llegar a ir preso”, explicó Leiva que reveló que anteriormente había logrado imponer medidas perimetrales.
Sin embargo, en esta oportunidad, la disposición cuenta con una restricción de distancia y el cese inmediato del hostigamiento y perturbación: “No puede hacer nada que afecte mi propiedad analógica y digital”.
“No es lindo hablar en la prensa sobre esto, me gusta hablar sobre la música y mi carrera. Son muchos años de esta pesadilla, quizás no cuento todo lo que pasa porque lo sufro mucho y trabajo en mí misma para atravesarlo como puedo”, se explayó Ángela al borde de la emoción.
A continuación, la intérprete no pudo contener las lágrimas al revelar que debió contar con las fuerzas necesarias para lidiar con la violencia personal y seguir adelante con su carrera: “Es el amor por lo que hago, son las ganas de brillar. En mi intimidad me pulía para brillar. Iba a terapia y hago un montón de cosas para estar bien. Tuve que aprender a cuidarme y quererme”.
“Todo esto habla de una desvalorización mía más allá de que después la viví con él. Todo arranca por uno. Sigo sufriendo, él hizo y deshizo como quiso porque tuvo la suerte de tenerme a su lado durante muchos años, no sólo como representante, sino como su pareja”, remarcó la artista.
Para concluir, Ángela apuntó sobre Mariano: “Él era mi persona de confianza, era todo para mí, era Dios”.