Aferrados al nuevo ciclo ordinario de sesiones legislativas, la agrupación ambientalista “Villa Constitución Sin Venenos” vuelve a la carga con el pedido de una consulta popular acerca de la permanencia de los servicios de la multinacional Nitron. Sus tareas son cuestionadas principalmente por la cercanía que la Zona Franca Santafesina tiene con casas particulares e instituciones de habitual circulación. Por esto, VSV presentó la exigencia de votación al intendente Berti y al cuerpo deliberativo local.
Carolina Mitriani
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Tal como consignara diario EL NORTE a fines de 2021, las manifestaciones por la denominada zona franca ubicada en Villa Constitución retomaron la fuerza prepandémica, a partir de la reactivación de reclamos a causa del derrame de agroquímicos en las calles aledañas a empresas que los distribuyen. Al punto de generar enfrentamientos burocráticos por parte de la organización «Villa Constitución Sin Venenos» y el Ejecutivo a cargo de Jorge Berti. En esa instancia, los ambientalistas lo acusaron de “cajonear” el reclamo ingresado por el derrame de material tóxico en zona urbana. “Denunciamos públicamente el accionar del intendente de Villa Constitución, Jorge Berti, quien ha incurrido en un grave hecho que atenta contra las instituciones democráticas”, refirieron en la comunicación.
Volviendo a la carga, para sostener este reclamo que lleva cinco años, los vecinos autoconvocados consideraron pertinente presentar dos notas: una dirigida al intendente Berti y otra al Honorable Concejo Municipal, en la figura del presidente del cuerpo, Lic. Diego Manuel Martín. En ellas reclaman la necesidad urgente de convocar a consulta popular para decidir si la empresa presumida de generar daños debe permanecer en la ciudad.
Conflicto tóxico
En el ojo de la tormenta se encuentra la empresa prestataria de la multinacional Nitron. Este centro fabril se dedica al almacenamiento y distribución de productos fertilizantes. Está ubicada desde el año 2017 en la Zona Franca Santafesina, en pleno casco urbano de Villa Constitución y frente a la escuela del barrio Palmar. Desde el 17 de marzo previo a su instalación, al ver carteles de anuncios que anunciaban su arribo, los vecinos comenzaron a movilizarse, exigiendo información sobre qué parámetros de seguridad los iban a regir en la actividad del polo químico.
En las notas enviadas a las autoridades villenses, los manifestantes explican: “Durante los últimos cuatro años, como vecinos autoconvocados en lucha por un ambiente sano que se trasluce en el nombre que adoptamos, sostuvimos que un depósito de fertilizantes a nuestro criterio, y cualquier criterio razonable, debe considerarse como una instalación peligrosa. Y, como tal, no debe estar a menos de dos kilómetros de cualquier urbanización, más aun siendo el proyectado uno para 160.000 Tn de sólidos y 60.000 Tn líquidos”.
Es por eso que plantean, por su radicación en zonas vecinas a los barrios de Villa Constitución, que “debe estar la decisión final (de la permanencia de la actividad agroquímica) sometida a la consideración popular, mediante la activación de la Ordenanza N° 3310 de Consulta Popular”. Esto fue reglamentado en el año 2019, tras obtener más de 10.000 firmas; incluye una partida presupuestaria destinada a la organización del referéndum, por lo que los ambientalistas entienden que las condiciones están dadas para “celebrar este acto democrático”, algo que “reviste un valor institucional contundente tanto para Villa Constitución, así como para la Provincia de Santa Fe, donde no se han registrado antecedentes similares en su historia”.
Voz de pueblo
La multitudinaria organización «Villa Constitución Sin Venenos» -que con el paso del tiempo crece en su convocatoria- considera que la instancia electoral optativa, y decisión directa a favor o en contra, sobre la radicación definitiva de un depósito de agroquímicos en pleno casco urbano “dependerá de las voluntades, el compromiso y los intereses de cada vecino y vecina en relación con la salud pública, el ambiente y el futuro que crean conveniente para la ciudad de todos”. A su vez, expresan que no abandonarán la lucha porque “la salud no se negocia”.
Al cumplirse tres meses del inicio del histórico acampe, este marzo encontró a los villenses en una jornada de reparación y embellecimiento del importante Paseo Informativo que instalaron, donde socializan información referida a la causa. “Esperamos que llegue el día de poder levantar la carpa, porque eso ocurrirá cuando encontremos entre todos una solución. Entendemos que no hace tanto daño, más allá de gustos estéticos por su ubicación, como un galpón de agroquímicos emplazado en pleno casco urbano”, refirieron sobre el espacio público.
Falsas promesas
Al momento de manifestarse el arribo de la empresa a la Zona Franca Santafesina, se la consignó bajo promesas de desarrollo que los vecinos manifiestan no se concretaron. “Hasta el momento, Nitron solo trajo derrames de agrotóxicos y riesgo explosivo a nuestra ciudad. No se crearon puestos de trabajo, no se reactivó la economía, no emergieron oportunidades de la Zona Franca”, reclaman.
Los datos que enmarcaban la instalación de la multinacional norteamericana referían 250 puestos laborales, de los que solamente 6 quedaron declarados en el Estudio de Impacto Ambiental y 2 trabajadores fijos fueron los que la última inspección encontró.
También se prometieron estrictos controles en el transporte de las sustancias, pese a que este medio informó –haciéndose eco de las nítidas imágenes que aportó VSV– acerca de la presencia de fertilizantes derramados en caminos urbanos en el mes de diciembre de 2021.
Se planteó que la empresa solo haría trabajos dentro de su depósito, por el riesgo de escapes del material. Los vecinos constataron en la última inspección del Ministerio de Ambiente la realización de tareas al aire libre.
Acerca de su categoría, que expresaron como de rango 2, las autoridades ambientales pidieron “minimizar el riesgo explosivo”, que implicaría una recategorización acorde a su peligrosidad y lo que esto representa para las inmediaciones.