Tras ser acusado por la exprimera dama, aseguró en una entrevista que defenderá su versión ante los tribunales. Y afirmó que “alguien la incentivó a denunciarlo”.
El expresidente Alberto Fernández brindó su primera entrevista desde que estalló el escándalo luego de que su expareja y madre de su segundo hijo, Fabiola Yañez, lo denunciara por violencia de género y acoso psicológico.
En diálogo con El País, el exmandatario negó rotundamente haber agredido físicamente a Yañez y aseguró que “alguien la incentivó a denunciarlo”.
A su vez, Fernández indicó que se le borraron los chats con Fabiola por lo que no puede corroborar las charlas que tuvieron.
“Yo sigo diciendo lo mismo. Estoy siendo acusado de algo que no he hecho. No he golpeado a Fabiola. Nunca he golpeado a una mujer. Estuve 18 años con la madre de mi hijo mayor y 11 años con Vilma Ibarra [exsecretaria Legal y Técnica de su presidencia] y nunca he tenido un episodio de esa naturaleza. He visto las fotografías por los medios, pero no he tenido acceso a la causa aún. Nunca llegaron a mi conocimiento por ningún medio. Lo que voy a hacer es esperar, ir a la justicia y que la justicia resuelva”, dijo Fernández.
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Insiste que la denuncia de Yañez es falsa y cree que lo denunció porque “alguien la incentivó con otros fines”. Y en ese sentido, agrega: “Durante cuatro años fui presidente de este país y promoví las políticas de género y sé que en casos como este la carga de la prueba se invierte y el hombre es presumido culpable y tiene que probar su inocencia. Yo la voy a probar”, remató.
Según narra El País, la nota con el exjefe de Estado fue solicitada antes de que se conozcan las fotos que muestran a Yañez con un ojo morado y un brazo con moretones. Las fotos son una de las pruebas que figuran en el expediente contra Fernández.
Fernández niega la acusación y aclara que no se lo “tiene que contar a los diarios”, sino “probarlo ante la justicia”, y que la desmontará en los tribunales. Cuenta que los cuatro años de convivencia en Olivos estuvieron plagados de peleas, pero dice no recordar el día que Yañez le recriminó que llevase tres días golpeándola ni cómo los chats y fotografías que parecen incriminarlo llegaron al teléfono de su secretaria privada.