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sábado, diciembre 14, 2024
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Afirman que el sistema de salud en Argentina “está resquebrajado”

Así lo aseguraron desde la Confederación Médica de la República Argentina. En nuestra ciudad el Círculo Médico sostiene una postura antagónica, aunque tanto profesionales de larga trayectoria, como quienes transitan sus primeras experiencias en el ámbito sanitario público y privado de San Nicolás, confirmaron detalladamente el escenario que se advierte a nivel nacional.

Julieta Clérici
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La precarización en el ámbito laboral de la salud constituye una problemática de larga data y público conocimiento, donde los bajos honorarios y retrasos de pagos se palpan a la orden del día. El imprevisto arribo de la pandemia en 2020 dejó aún más en evidencia esta situación que ajetrea a miles de profesionales de la salud; según aseguró el propio presidente de la Confederación Médica de la República Argentina (COMRA), Dr. Jorge Coronel, en diálogo con EL NORTE: “Estamos viendo que todo el sistema de salud está resquebrajado”.

Particularmente en nuestra ciudad, conviven dos versiones contrapuestas de una misma realidad. Por un lado, Círculo Médico local aseguró que los trabajadores perciben salarios actualizados y que aquellos que en su momento se dieron de baja motu proprio de cartillas pertenecientes al sistema privado, actualmente deciden regresar. “Nosotros en San Nicolás vemos, por el contrario, un fenómeno donde ciertos médicos que se habían dado de baja espontáneamente de prepagas u obras sociales han vuelto a trabajar. Esto tiene que ver con que, desde el año pasado, nos impusimos para conseguir honorarios dignos. Entonces los médicos vuelven, al revés de lo que ocurre en otras ciudades que se alejan de la seguridad social”, expresó el actual presidente de la institución local, Dr. Alejandro Spagnolo.

Por otro lado, especialistas locales provenientes de diferentes ramas de la medicina se hicieron eco de la complicada situación laboral que atraviesan. Inicialmente, se tomó contacto con un médico pediatra que cuenta con más de 20 años de trayectoria en el ámbito público. Para comenzar, actualizó sobre las modalidades que un trabajador de la salud tiene a su alcance para ingresar al sistema. “En el ambiente público, me refiero a hospitales ya sean provinciales o sistemas de salud municipal, existe una variedad de situaciones casi como médicos hay. Las provincias tienen diversas modalidades de contratación: monotributistas, por medio de una residencia (también denominada especialización), o las mal llamadas becas médicas”, dijo.

Sobre estas últimas, advirtió que suelen caracterizarse por tener precarios derechos laborales. “Luego si la suerte te acompaña, podés acceder a un nombramiento que en una primera instancia es de interino. Para que después, en algún momento, te den la posibilidad de concursar ese nombramiento y acceder a titularizarlo. Para esto, tienen que pasar muchos años y seguramente la gran mayoría se cansé de un montón de abusos y termines abandonando”, reconoció.

Condiciones laborales, pandemia de por medio

Aunque las condiciones laborales cambiaron, en gran medida si se comparan con el año 2000, “han mejorado”, aseguró el pediatra, muchos manifiestan su inconformidad con las bajas remuneraciones salariales. “A los honorarios, sumale las largas jornadas sin un fin de horario y muchas veces, el maltrato de tus superiores”, agregó.

“Pasamos una pandemia de por medio y aunque éramos personal esencial, nunca se consiguió una verdadera recomposición salarial”, comentó. En tanto, explicó que actualmente las guardias no quieren ser realizadas casi por nadie. “Los servicios se mantienen gracias al esfuerzo de muchos que todavía creemos en una salud pública equitativa e igualitaria”, sostuvo.

En este sentido, confesó que hoy en día la cantidad de médicos dispuestos a trabajar en el sistema público disminuyó drásticamente, junto a los jóvenes que desean formarse. “Te doy un ejemplo, en nuestra residencia de pediatría en el hospital solo quedan cuatro residentes. Cuando tendría que haber por lo menos 16, más un jefe de residencia”, reveló.

En cuanto a las residencias médicas, consideró que las menos escogidas desde hace años son la pediatría o clínica, junto a otras como la generalista, neonatología, terapia intensiva y psiquiatría. “Nos capacitamos constantemente haciendo posgrados, maestrías, cursos que representan mucha plata y tiempo que no se valoran. No trabajo con obras sociales porque las consultas de hoy las cobrás en tres meses y con la devaluación a nivel país no te queda nada. Aparte de todo el papelerío que conlleva”, sumó la nutricionista Lic. Yanina Dardano (MP 5594).

Punto extremo y actualidad

“Venimos denunciando esto hace años, pero nunca hemos sido escuchados. Parecería que hay que llegar al punto extremo de que algún día se diga ‘la guardia está cerrada porque no hay médicos’”, aseguró.

Por diversas razones, como puede ser el cese laboral formal o cuestiones económicas, cada vez más personas no pueden acceder a los beneficios que brindan las obras sociales y prepagas, por lo que deciden buscar atención médica en hospitales públicos. “Hay muchos inscriptos en obras sociales que terminan atendiéndose en hospitales, ya prácticamente no se atienden en clínicas y sanatorios. Esto lleva a una gran congestión en centros de salud públicos que muchas veces carecen de los recursos necesarios”, coincidió el presidente de COMRA. Dichas consultas muestran el problema que tienen los profesionales por cada atención brindada. “Las prepagas deberían pagar entre $3000 y $4000, en algunos lugares de la provincia de Buenos Aires lo hacen solo a $1500”, puntualizó.

En esta misma línea, comentó la Lic. Paula Herrera (MP 5429): “Empecé a ejercer en el 2021 de forma particular porque sabía de esta situación, pero por un paciente en especial tuve que inscribirme en una obra social. Me pagaban menos de la mitad de lo que yo cobraba por una hora de consulta, por ejemplo, si el año pasado cobraba $1500, me pagaban en cinco meses $600. Entonces decidí darme de baja”.

En ocasión de necesitar estudios complementarios o tratamientos en guardia, suelen tener costos adicionales que las obras sociales o mutuales no contemplan y muchos pacientes no pueden afrontar. “En esas ocasiones pueden ir al hospital, ya que no tiene ningún costo. Hace unos días, vino a la guardia una mamá con su hija que tenía dolor abdominal y me dice ‘doctor, yo ya sé lo que ella tiene, hace más de un año le diagnosticaron litiasis vesicular. Pero no la puedo hacer operar en el sanatorio porque mi obra social no me cubre parte del procedimiento y me quieren cobrar $300.000, entonces vengo al hospital’. Para esa nena se programó la cirugía y se resolvió entonces su patología y el problema monetario de su familia”, compartió el médico pediatra con más de dos décadas de labor. Y agregó: “Todo eso y mucho más lo soluciona el hospital público, que ya casi no da más abasto”.

Atención particular

Históricamente, gran cantidad de profesionales desempeñan su labor junto a obras sociales, mutuales y prepagas de salud. Sin embargo, durante los últimos años se puede observar cierta tendencia donde un considerable número de ellos optan por darse de baja e ir en búsqueda de mejores condiciones.

Consultado por el día a día y las experiencias propias del ámbito privado, el pediatra de larga trayectoria relató la situación que viven sus colegas. “Sucede que los médicos se están cansando de poner la cara por las obras sociales o prepagas, les cuestionan continuamente el pedido de estudios complementarios. A esto hay que sumarle que los honorarios que se abonan por la consulta médica son muy bajos y que, encima, tienen una demora mínima de 60 días para cobrarlos y se puede extender hasta seis meses”, dijo. Aquí radicaría entonces el motivo por el cual muchos especialistas de la salud decidan darse de baja de las mismas y prefieran trabajar de forma particular. “El proceso inflacionario que atraviesa actualmente el país hace imposible que un profesional cobre el valor de una consulta con tanta diferencia de tiempo”, consideró.

Numerosos profesionales de todo el país denuncian esta situación por sus redes sociales. En este sentido, se puede traer a colación al médico cardiólogo cordobés Dr. Juan González Grima (MP 38.612) quien expresó: “Qué vergüenza, una falta de respeto básicamente. Vienen desde hace meses cuestionándome todos los estudios que hago porque quieren ahorrar en gastos. Como tengo muchos pacientes en el consultorio en Alta Gracia y les salgo caro, me quieren obligar a atender en otra ciudad lejana donde la demanda es más baja”.

Consecuencias y pedidos

En ocasión de que esta problemática sanitaria continúe prolongándose en el tiempo, el Dr. Jorge Coronel advirtió sobre las consecuencias que puede generar: “Los profesionales se van a empezar a alejar de los puestos de trabajo, y van a empezar a cobrar de forma independiente. Esto implicaría que aquellos que más necesiten de un servicio de salud, vean dificultoso su acceso”. De hecho, comentó que la migración de profesionales de la salud hacia otros países se advierte cada vez más. “Una guardia de pediatría en Santiago de Chile se paga mil dólares. Entonces muchos médicos de Mendoza se van a trabajar a Chile y vuelven. Otros se van a atender a Paraguay, Brasil, porque son considerados en mayor medida, ya que el médico argentino es destacado por su formación”, señaló.

A modo de cierre, manifestó que solicitan “un salario digno para no andar en el multitrabajo saltando de un lado a otro para tener ingreso que solvente el hogar familiar. Queremos que se valoren los trabajos de los especialistas que poseen certificaciones de sus estudios y experiencia”.