Más de la mitad del ajuste en las cuentas públicas se está produciendo sobre el gasto en jubilaciones, según reveló un informe privado.
El trabajo realizado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) precisó que, durante el primer semestre del año, las erogaciones para atender a la clase pasiva sufrieron un recorte de $500 mil millones.
El informe indicó que “los ingresos públicos del Estado nacional cayeron en $1,2 billones a precios actuales” y añadió que el “gasto primario –antes del pago de intereses de deuda– cayó en $800 mil millones”.
“Dentro del gasto primario, el principal gasto del Estado nacional, que es el de jubilaciones y pensiones, cayó en términos reales en $500 mil millones”, sostuvo IDESA.
El instituto afirmó que “estos datos muestran que el ajuste del gasto público ya está en ejecución” y advirtió que “no se instrumenta de manera explícita sino a través de la licuación que produce la inflación sobre componentes muy importantes del gasto público”.
IDESA remarcó que, mientras se “capitalizan políticamente anuncios de elevados aumentos nominales en los haberes previsionales, por el otro, como estos aumentos son inferiores a la inflación, se logra reducir el gasto público”.
De todas formas, sostuvo que “por ahora esto no llega a compensar la caída de los ingresos, pero lo cierto es que implica una reducción en términos reales del gasto público”.
IDESA afirmó que “Argentina tiene una larga experiencia en estrategias de reducción del desequilibrio fiscal vía ajuste inflacionario” y explicó que “la estrategia consiste en no adoptar medidas explícitas para corregir los déficits fiscales, sino en dejar que la inflación haga el ´trabajo sucio´”.
Asimismo, sostuvo que “es una opción políticamente atractiva, aunque socialmente muy costosa además de oportunista e hipócrita”.
“Lo más relevante es que no corrige los problemas de organización que padece el Estado. Este tipo de ajuste puede ser eficaz para corregir transitoriamente el desequilibrio fiscal.
Pero no cambia la propensión que tiene el sector público – derivada de su mala organización– a administrar mal y a gastar por encima de sus ingresos”, sentenció.