Fue encontrada en una encomienda en diciembre. El área de Delitos Fiscales de la PFA y el Equipo Argentino de Antropología Forense trabajan en el caso.
El pasado 13 de diciembre la sección Encomiendas Postales Internacionales de la Aduana de Monte Grande, provincia de Buenos Aires, encontró que una pieza de exportación arrojaba una imagen compatible con restos humanos: un cráneo.
Este extraño paquete tenía sus contenidos declarados como un juguete, un “adorno artesanal de Spiderman”. Al momento de abrir la caja, los agentes aeroportuarios primero dieron con máscaras del personaje animado, y luego confirmaron el macabro objeto que se escondía bajo las caretas.
Se trataba de la cabeza un niño, envuelta deliberadamente en gasas. Análisis preliminares determinaron que había sido cortada para separarla del cuerpo y que habría pertenecido a un niño de entre 10 y 12 años.
A partir de esa confirmación se abrió una investigación, la cuál quedó en manos del Juzgado Nacional Penal Económico N° 2, que ordenó que se entregó la cabeza al Departamento de Delitos Fiscales de la PFA para su guarda y custodia.
Si bien por el correo internacional suelen pasar muchas encomiendas clandestinas, este macabro hallazgo fue muy sospresivo. De información de bases públicas surge que el supuesto destinatario del paquete, Paul Abrahamian, es el titular de una empresa llamada, paradójicamente, Deadskull LLC, que traducida al español significa, literalmente, “cráneo muerto”. Sin embargo resta establecer la veracidad de los datos.