El pasado martes se cumplió un año desde que Eduardo Sipper fuera hallado muerto en medio de un charco de sangre en la casa que alquilaba en barrio San Martin. La víctima era el abuelo del futbolista de Talleres de Córdoba, Ulises Ortegoza. Por el crimen se encuentra preso Emanuel Rodríguez, único acusado. La causa se encuentra próxima a su elevación a juicio.
De la redacción de EL NORTE
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Eduardo Joaquín Sipper tenía 67 años cuando fue hallado muerto en su casa ubicada en la zona norte de la ciudad. Había nacido en Entre Ríos, en el pueblo de Hasenkamp, trabajó como empleado de la industria y estaba jubilado. Durante mucho tiempo vivió en barrio Las Mellizas. Hacía aproximadamente dos años que se había ido a vivir a ese departamento de barrio San Martin en busca de un lugar más pacífico. Se supo entonces que alquilaba esa propiedad situada en calle Otero al 1200, que vivía solo y era padre de 4 hijos, tres mujeres y un varón. Tenía 16 nietos y una bisnieta y que entre sus nietos se encuentra el mediocampista de Talleres de Córdoba Ulises Ortegoza.
Sipper había sido encontrado en las primeras horas de la tarde del 3 de diciembre en medio de un charco de sangre. Conforme al resultado de la operación de autopsia el desenlace fatal se había producido por una herida a la altura del tórax efectuada con un arma blanca. Apenas se descubrió el cuerpo sin vida los investigadores apuntaron hacia la última persona que habría estado con él y con quien se cree habría mantenido una discusión. El sospechoso era Emanuel Rodríguez quien por entonces había desaparecido del departamento que alquilaba cercano al de la víctima la misma noche en que ocurrió el crimen. Los primeros testimonios señalaban que nadie lo vio salir del lugar y que presumiblemente habría huido por los techos luego de cerrar por dentro la puerta del departamento para asegurarse de que Sipper no fuera auxiliado enseguida.
Una mujer de 80 años, dueña de la propiedad constituida por tres dependencias ubicadas en el fondo (una alquilada por Sipper y otra por el presunto asesino), declaró que, en la madrugada de ese domingo, los oyó insultarse mientras compartían bebidas alcohólicas y que escuchó algunos forcejeos a los que les restó importancia cuando cesaron. Al día siguiente, se percató de que no había movimientos en la vivienda y se acercó hasta la habitación de Sipper, a quien vio tendido en el suelo.
Rodríguez fue apresado días después del crimen. El fiscal a cargo de la investigación pidió la prisión preventiva ante el peso de las pruebas y el Juez de Garantías Román Parodi hizo lugar a la solicitud. La defensa apeló pero la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal de San Nicolás confirmó la decisión de mantener al imputado de 26 años tras las rejas mientras dure el proceso, acusado por el homicidio de Eduardo Sipper. La causa a cargo del fiscal Patricio Múgica Díaz titular de la UFI N°14 se encuentra en su última fase a punto de cerrar la etapa de instrucción y próxima al pedido de elevación a juicio.
La captura
Emanuel Rodríguez, el sujeto acusado, fue capturado por la policía junto a otro hombre nueve días después del crimen cuando presuntamente intentaba cometer un robo en una obra en construcción de barrio Güemes. Los efectivos del Comando de Patrullas lo aprehendieron el 12 de diciembre pasado en horas del mediodía en cercanías de calles Brown y Gendarmería Nacional junto a otro sujeto de 37 años después de que un llamado al 911 advirtiera a las fuerzas de seguridad que, momentos antes, ambos habían violentado una puerta e ingresado a una obra en construcción con fines de robo sin lograr su cometido. Luego de interceptarlos y proceder a la identificación los uniformados advirtieron que se encontraban frente al presunto homicida de Eduardo Sipper a quien buscaban desde el momento en que fue descubierto el hecho. El sujeto detenido se hallaba prófugo y era intensamente buscado desde el 3 de diciembre pasado cuando fue encontrado el cuerpo sin vida del hombre de 67 años.
Durante la indagatoria Rodríguez había negado los cargos y se declaró inocente pero los argumentos no convencieron al fiscal Patricio Múgica Díaz quien pidió la prisión preventiva que Garantías ordenó y finalmente la Cámara, tras la apelación de la defensa, confirmó.
Emanuel Rodríguez, es oriundo del Chaco, tenía 25 años cuando se produjeron los hechos y los testimonios de vecinos indicaban que no lo conocían mucho porque hacía poco tiempo que alquilaba en el lugar. La propietaria de los departamentos había manifestado que concurría a una iglesia evangélica y se estaba recuperando de una adicción al alcohol.