El anuncio del presidente Alberto Fernández sobre el envío al Congreso de una nueva ley marco en discapacidad es sin dudas un hecho histórico por varias razones.
La primera, porque la actual es un decreto ley que lleva la tenebrosa firma del dictador Jorge Rafael Videla, cuyo fin principal fue derogar la ley surgida en el tercer gobierno de Juan Domingo Perón que, entre otras novedades, disponía un cupo laboral de personas con discapacidad en el sector privado. La democracia le debe al sector de la discapacidad una ley nueva, que sea el fruto del debate y del consenso de todos los sectores.
Causa dos
La segunda causa es por quien realiza el anuncio y en qué momento lo hace. El último presidente que habló en el discurso inaugural de las sesiones ordinarias del Congreso sobre la temática fue Mauricio Macri, que anunció la creación de un plan nacional de discapacidad.
Pero el verdadero plan que implementó fue la quita de pensiones, el desfinanciamiento de las prestaciones para miles de personas con discapacidad y la reafirmación de los estigmas que persiguen a este colectivo como una de las principales barreras para su inclusión.
Como en todos los sectores de la sociedad, el neoliberalismo ajustó y quitó derechos entre 2015 y 2019.
Alberto Fernández no solamente realizó este significativo anuncio en uno de los discursos más clave de su gobierno, sino que desde el comienzo mismo de su gestión viene apoyando de manera decisiva el quehacer de la ANDIS y también se ha involucrado de manera directa en numerosos temas de agenda que lo han mostrado realizando anuncios como el plan Accesar, o dialogando con personas con discapacidad en una fecha emblemática para el sector, como lo es el 3 de diciembre.
Se abre un tiempo nuevo de debate y construcción colectiva para la discapacidad en la Argentina. Ahora llegan las audiencias públicas, el debate y la recolección de insumos de todos los sectores. Aspiramos a que la sociedad civil se apropie de este momento para enriquecer el proyecto. También vamos a convocar a las universidades, las familias, los profesionales que trabajan en la temática, y fundamentalmente, a las propias personas con discapacidad.
Tendremos en la Argentina una nueva ley que plasme en su articulado el modelo social de la discapacidad, dejando atrás viejos modelos que invisibilizan a la persona.
Hemos llegado hasta aquí por la lucha y la militancia de miles de personas que, desde hace décadas, nos vienen marcando el camino hacia la sociedad más justa e inclusiva que estamos construyendo.
Enorme deuda
La deuda del Estado y de la sociedad con las personas con discapacidad es enorme todavía. Pero nuestro Gobierno está cambiando de manera evidente cuestiones que, hasta hace muy poco, para muchos referentes del sector parecían verdaderas utopías, si bien se trata de obligaciones concretas del Estado que sin embargo, no ocurrían.
Como siempre, para que estos avances se consoliden y perduren, deberán ser defendidos y sostenidos por todo el colectivo relacionado con la discapacidad.