Con una misa presidida por el obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, en la basílica y santuario de Nuestra Señora del Valle, la ciudad de Catamarca celebró a su patrono, San Juan Bautista.
En la solemnidad de San Juan Bautista, el obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, presidió una misa en la basílica y santuario de Nuestra Señora del Valle para celebrar al patrono de la ciudad capital. La Eucaristía estuvo concelebrada por miembros del clero local y fue transmitida en vivo a través de las redes sociales.
En su homilía, monseñor Urbanc recordó que Juan es la voz, y Jesús es la Palabra, la vida de Dios entre nosotros. Por otra parte, se refirió a la importancia de poner un nombre, y un nombre que esté vinculado con Dios.
El poder de Dios, señaló, “se manifiesta en cada niño que llega al mundo”, y los padres deben ser responsables “para que no malgasten el proyecto que Dios tiene para ese niño”.
Y centrándose en la figura de Juan, reiteró la pregunta que aparece en el Evangelio: “¿Qué llegará a ser este niño?”, recordó: “Este niño llega a ser la voz que clama en el desierto: preparen el camino para que el Señor llegue a sus vidas, para que el Señor transforme sus vidas, para que el Señor los salve”.
Finalmente, dirigiéndose a los fieles, pidió: “Que San Juan Bautista los ayude a ser testigos de ese amor de Dios a través del servicio, como él fue testigo de Jesús, con su palabra, invitando a sus contemporáneos a la conversión”.
