El dirigente del PRO San Nicolás, Carlos Fernández, fue detenido el pasado sábado 5 de febrero tras haber dado positivo en un control de alcoholemia y aparentemente resistirse al operativo. Fernández denuncia que la policía actuó de forma violenta y que en la Comisaría recibió agresiones.
De la redacción de El Norte
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El hecho tuvo lugar el sábado 5 de febrero, pero salió a la luz en estos días cuando se empezó a filtrar la información de que un reconocido dirigente del PRO de nuestra ciudad habría dado positivo en un control de alcoholemia y se habría resistido al operativo, debiendo ser reducido y permanecer detenido en la Comisaría Primera hasta que recobró su libertad pasadas varias horas.
El episodio mencionado sucedió durante un control de alcoholemia efectuado en la intersección de Nación y Almafuerte. Ahí fue donde Carlos Fernández, a bordo de un automóvil Volkswagen Vento, fue interceptado por personal municipal de tránsito. Luego de soplar la pipeta del test de alcoholemia, el mismo dio positivo con 2,49 gramos de alcohol en sangre. Aparentemente, y según la versión policial, este se habría resistido a que le secuestren el auto, como corresponde en este tipo de infracciones, produciéndose un altercado con los efectivos actuantes.
En el informe policial, los agentes denuncian que Fernández habría intentado agredirlos, por lo que el dirigente político debió ser reducido y esposado, para luego ser trasladado en un móvil a la sede de la Comisaría Primera. Interiorizada del hecho, la agente fiscal en turno, Dra. Franca Padulo, dispuso para con Fernández notificación art. 60 del CPP por el delito de resistencia a la autoridad e infracción a la Ley 24.449 y posterior libertad conforme al art. 161 del CPP. El vehículo fue remitido al corralón municipal a disposición del Juzgado de Faltas Municipal.
Esa noche se habían secuestrado en total cuatro autos por alcoholemia positiva y dos por falta de documentación, en un total de 73 mediciones.
La denuncia de Fernández
Por otro lado, EL NORTE se comunicó con Fernández que comentó otra versión distinta a la policial, donde hace saber que fue víctima de apremios policiales, no solamente durante la aprehensión sino ya en el calabozo de la Comisaría Primera.
“Acerca de los hechos ocurridos en la madrugada del sábado 5 de febrero, a eso de la 1:20, expreso que es cierto que se me practicó un análisis de alcoholemia, el cual dio positivo. En esa instancia accedí como correspondía al pedido de los inspectores municipales, a los que les entregue el carnet de conductor y la llave del vehículo, y exhibí la cédula verde y el seguro vehicular de la aplicación MiArgentina de mi teléfono, para que procedieran al acarreo de mi auto”, contó.
Sobre el inicio del conflicto, expresó: “Más allá de los normales intercambios de palabras con los inspectores municipales, comencé a sufrir el acoso de un policía que estaba en apoyo del operativo, el cual se dirigía hacia mí en términos provocativos, impropios de quien debía colaborar con la situación. Tras alejarme del auto que voluntariamente entregué, y tal como surge del video de las cámaras de vigilancia, recibo un manotazo de agresión, que no respondí. Luego fui reducido por ese agente policial y de otros dos, recibiendo fuerza excesiva para tal fin”.
Lo más grave de la denuncia comienza durante su detención: “Esposado, me llevan a un calabozo de la Comisaría Primera, donde permanecí en este estado hasta las 9 de la mañana. No se me permitió llamar a un abogado, un médico ni bioquímico que solicité, y al intentar usar mi celular para llamar a un profesional, soy nuevamente reducido, golpeado y amenazado, y encerrado por horas esposado. Ante toda esta situación, y por la total irregularidad del accionar policial, me encuentro analizando la posibilidad de iniciar un pedido de investigación judicial acerca del accionar de la policía, quien en vez de acompañar un procedimiento rutinario de contralor, terminó violando mis derechos básicos como ciudadano”, denunció.
El contador Fernández facilitó a nuestro medio la filmación del operativo de tránsito tomado por las cámaras de seguridad, donde se ve la discusión y cómo, tras unos roces con uno de los agentes, los efectivos lo reducen y lo esposan, reteniéndolo contra el suelo hasta la llegada del patrullero que lo traslada a sede policial.
Fernández tiene lesiones en las rodillas, codos y muñecas, y comentó que las mismas se produjeron en el arresto, y que además lo habrían golpeado dentro de la Comisaría, siendo este el punto más grave de la denuncia.
El dirigente recalcó que no estaba ebrio cuando ocurrió el control, dudando del número que registró el alcoholímetro y cuestionando cómo se llevan a cabo este tipo de controles y la veracidad de los mismos.