El pedido de elevación a juicio por parte de la fiscal Belén Baños se producirá luego del mes de marzo cuando lleguen los resultados de las pericias suplementarias.
De la redacción de El Norte
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Mientras la pandemia de coronavirus mantenía a los nicoleños encerrados en sus casas, la noticia de un hecho espeluznante erizaba la piel, hiriendo la sensibilidad de los que iban tomando conocimiento del hecho.
Era un viernes 14 de agosto del 2021. El cuerpo de una pequeña recién nacida había sido encontrado en el predio de la planta de residuos de la empresa Entre S.A.
Una vez que el médico forense convocado llegó al lugar, determinó prima facie que se trataba de una beba nacida entre las 48 y 72 horas previas, y que presentaba una herida en la cabeza, que en principio habría provocado su muerte.
Tras el hallazgo, la causa quedó en manos de la fiscal María Belén Baños, titular de la UFI Nº 12 de San Nicolás, quien inició una investigación por homicidio.
La pesquisa comenzó sin mayores datos, con investigación incierta y sin ADN para cotejar.
Según confió a Diario El Norte, la fiscal Baños comenzó la tarea haciendo filtros respecto de embarazadas que hubieran estado atendiéndose en los distintos centros de salud de la ciudad y la zona. La medida no dio los resultados esperados por la complejidad y cantidad de datos.
La pista del chaleco rojo
Cuando la fiscal recibe los efectos con los que fue hallado el cadáver de la pequeña, ve entre las ropas con las que había sido envuelta un chaleco de color rojo que tenía el logo de una iglesia. La frase que se destacaba en él era, paradójicamente, “Cristo te ama”.
Es así que comisiona a la DDI para buscar en centros religiosos y comedores a quien pudiera dar datos de la entrega de esa prenda, que se notaba tenía unos años y signos de haber pasado por varias manos.
La investigación los conduce hasta un templo evangélico situado en calle Carlos Calvo al 1100, en San Nicolás, donde reconocen el chaleco pero no pueden determinar en un primer momento a quién había sido entregado.
La madre se presenta ante la Justicia
El mismo día en que la policía individualiza a quienes habían entregado la prenda, Yamila Cáceres, de 25 años, se presenta ante las autoridades para reconocer que la bebita fallecida es su hija, que sabía que estaba embarazada pero que creyó estar de menos tiempo de gestación, que tuvo “dolores de panza”, que cuando fue al baño se produjo el parto y que la chiquita había nacido muerta, que por eso la arrojó a la basura.
Autopsias
Los resultados de la primera autopsia revelaron que la beba había nacido viva, a término, que había muerto por asfixia (en la compactadora de basura) y que habría sido abusada.
Una segunda pericia confirmó el tiempo de gestación y la causa de la muerte, pero descartó el abuso.
Detuvieron a la mujer y a su pareja
La fiscal Baños, luego de tomarle declaración, aprehendió a la joven y allanó su domicilio, donde se secuestraron prendas de vestir con manchas de sangre.
De este modo, la fiscal avanzó con la investigación y ordenó la detención del padre de la beba, de 22 años, quien fue capturado en la vía pública, en el barrio Villa Esperanza, por los integrantes de la Dirección Departamental de Investigaciones.
La mujer permanece detenida con prisión preventiva en una cárcel de Junín. En tanto, respecto del hombre, el juez de Garantías entendió que no estaba acreditada la participación de él. De todas formas, la fiscal sostiene que habría responsabilidad por lo menos por “omisión” y tratará de probarlo en el juicio.
Agravantes y atenuantes
La figura por la que se pedirá la elevación a juicio respecto de Yamila Cáceres es “Homicidio calificado por el vínculo”, que contempla una pena de prisión perpetua. No habría atenuantes respecto de la acusación, ya que no presentaría facultades mentales disminuidas; tampoco hubo planteos de ese tipo por parte de la defensa, por lo que la mujer habría comprendido la criminalidad del acto.
Yamila está detenida con prisión preventiva en Junín. Se espera para el mes de marzo el resultado de las pericias complementarias a la autopsia, como por ejemplo ADN, para cerrar la investigación y pasar a la etapa del juicio.
