Moisés Soria hizo uso de su derecho a guardar silencio en el marco de la indagatoria que esta mañana estaba prevista, a cargo de la fiscal María Belén Baños, titular de la UFI 12. Es investigado por el homicidio del militar retirado José Gosen, ocurrido el 17 de diciembre pasado.
Se completaron esta mañana las diligencias judiciales vinculadas con lo que debía ser la indagatoria de Moisés Eduardo Soria, vinculada con el homicidio de José Gosen. El investigado optó por el silencio frente a los interrogantes que la fiscal María Belén Baños buscaba plantearle, en orden a avanzar en la instrucción de una causa caratulada como «Abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte, hurto calamitoso y defraudación, en concurso real».
Desde la Comisaría Primera donde permanece detenido desde la noche del sábado, Soria fue trasladado temprano en la mañana de este lunes por efectivos policiales a la sede de la Unidad Funcional de Instrucción 12 del Departamento Judicial San Nicolás, en Colón 86.
Allí, puesto a disposición de la fiscal el joven de 26 años que había sido detenido mediante un operativo de la DDI San Nicolás montado en avenida Alberdi entre Echeverría y Obligado, se negó a declarar.
La línea investigativa
Según fuentes de la instrucción judicial consultadas por EL NORTE, la línea investigativa que condujo a Soria se nutrió de diversos elementos. Los más sólidos: testimonios de vecinos de Gosen y el rastreo del teléfono sustraído a la víctima. Los investigadores también consideran probado el vínculo que mediaba entre el ex militar asesinado y el joven detenido en la noche del sábado. La investigación policial también arrojó líneas orientadas en el mismo sentido.
La detención de Soria se logró tarde en la noche del sábado, a partir de un operativo policial con intervención de la DDI San Nicolás.
Detenido
Por lo pronto, Soria fue reintegrado a la Comisaría Primera donde permanece alojado en plazas de detención de esa dependencia policial.
José Gosen, de 78 años, había sido encontrado muerto el 19 de diciembre pasado en el baño de su domicilio de barrio Don Américo, en la zona oeste de la ciudad. Había sido maniatado, golpeado, su cuerpo presentó signos de agresión sexual y la posterior autopsia reveló que su muerte se produjo el 17 de diciembre por hemorragia digestiva.