Los principales corralones de San Nicolás estiman un crecimiento promedio del 56% en venta de materiales de construcción en la comparativa 2020-2021. En tanto, el despacho de hormigón medido en metros cúbicos aumentó 50% en el mismo período.
Una recorrida por la extendida zona centro de San Nicolás bien marca el pulso del nivel de actividad del sector de la construcción privada. Ladrillos apilados, bolsas de arena en las veredas, volquetes y hombres con cascos sobre andamios son imágenes que se repiten -prácticamente- en cada cuadra. Algunas de mayor y otras de menor magnitud. Se construyen edificios de departamentos, se arreglan fachadas o dependencias internas. También en los barrios hay obras en curso. Algunas de magnitud importante como las decenas de viviendas que se construyen en «Tierra del sol» (Procrear II), y también obras menores como ampliaciones, mejoras, pintura, etc.
Es el volumen total lo que marca un pulso creciente y muy activo en materia de construcción privada. Esto es positivo en varios aspectos. Porque no sólo mueve a la industria y al comercio local vinculados a la construcción sino que también genera empleo que y -con ello- más consumo de productos y servicios generales.
Si bien durante las restricciones el sector de la construcción mantuvo cierto nivel de actividad, en ésta etapa de mayor «normalidad» se apunta como uno de los motores de la recuperación económica. Los números avalan esto último: los principales corralones de San Nicolás estiman un crecimiento promedio del 56% en venta de materiales de construcción en la comparativa 2020-2021. En tanto el despacho de hormigón medido en mts3 aumentó 50% en el mismo período.
INDEC
Estos datos a los que accedió EL NORTE se ven reforzados por el informe del Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) publicado por el Indec, que registra un nivel 22,5% superior a febrero 2020 (pre-Covid).
“Hoy el movimiento es muy superior al que teníamos en pre pandemia. Curiosamente, la pandemia funcionó como un salvavidas para la construcción”, le comentó Alejandra Svegliatti a este diario. La gerente de ventas de CAS Hormigones y Materiales explica que “antes de la pandemia mucha gente ahorraba dinero para gastarlo en vacaciones. Pero las restricciones impuestas para el turismo hicieron que esos ahorros se volcaran al sector de la obra domiciliaria. Al no poder irse de vacaciones, la gente utiliza el dinero para construir puesto que tenerlo guardado no le sirve. Se desvaloriza”.
Arena y cemento son dos de los productos que crecieron notablemente en volumen de ventas, aunque Alejandra Svegliatti destaca que “la venta de ladrillos ha tocado niveles muy altos, incluso a pesar del faltante que tuvimos durante el año pasado”.
Diferenciación
El fuerte del hormigón es la obra grande, la de fideicomisos. En tanto que la venta de materiales de construcción está más vinculada a obras pequeñas. En este último segmento ha tenido gran impacto dinamizador el programa «Mi pieza», una línea destinada a mujeres, mayores de 18 años residentes en barrios populares, a partir de la cual se otorga una asistencia económica de entre $100.000 o $240.000 para realizar refacciones, mejoramientos o ampliaciones de viviendas.
“Estacionalmente el verano es la época de menor movimiento en cuanto a venta de materiales de construcción. Igualmente el inicio de 2022 ha sido bueno. En los primeros 15 días de enero ha sido muy buena, fundamentalmente por el plan «Mi pieza»”, cuenta Svegliatti.
Las beneficiadas en el sorteo acceden a 100 mil o 240 mil pesos que les serán entregados en dos cuotas del 50% a través de ANSES. La primera cuota será para el inicio de la obra mientras que la segunda, la recibirán luego de validar el avance de la obra a través de una aplicación de celular. Quienes no completen el avance de obra quedarán inhabilitadas para nuevas líneas de asistencia económica. “Este programa fue lo que movió toda la primera quincena de enero”, afirma Alejandra Svegliatti.
Inflación
El costo de los materiales de construcción durante 2021 siguió la línea de la pauta inflacionaria. Los propietarios de corralones consultados por este diario indican que el aumento anual rondó el 50 por ciento.
Una particularidad se desprende del aumento de los costos de materiales: muchas familias nicoleñas optaron por stockearse con materiales que el propio corralón guarda en depósito, postergando el inicio de los trabajos para cuando tuvieran el dinero para la mano de obra. De hecho, hay corralones que debieron poner un límite de tiempo al retiro de materiales ya vendidos en virtud de que el acopio representa una dificultad logística. “Hay gente que había comprado materiales hace un año y no los retiraba”, cuentan empresarios nicoleños del sector.
Según el INDEC, los precios mayoristas subieron 2,9% en noviembre 2021 y el costo de la construcción 2,1%. De esta manera, en los primeros 11 meses del año pasado los pecios mayoristas acumularon una suba del 48 % y el costo de la construcción, 48,2%. En los últimos doce meses el alza fue del 54,5 % para los precios mayoristas y del 51,1 % en el sector de la construcción.
La suba del 2,9 % de los precios mayoristas durante noviembre estuvo impulsada por un alza del 3,1 % en los productos primarios, del 29,9% en los manufacturados, y del 3,1 % en los importados, incrementos que fueron compensados parcialmente por la baja del 1,6% en el costo de la energía eléctrica.
Dentro de los productos primarios se destacaron las subas del 10% en el sector pesquero; del 5,7% en minerales no metálicos; 4,7% en agropecuarios; y 0, % en petróleo crudo y gas.
En lo que respecta a los productos manufacturados, los incrementos más importantes se dieron en los rubros Automóviles, con un avance del 9,9%; en alimentos y bebidas, con una suba del 2,7 %; seguido por materiales textiles, 2,5%; minerales no metálicos -ligados a la construcción-, 2,4 %; y productos químicos, 3,3%.
Expectativa
El último mes de 2021 no cambió mucho respecto a la secuencia histórica de valores en el mundo de la construcción: en diciembre pasado se registró un alza del 1,69% con respecto a noviembre, según el índice que elabora la Asociación de Pequeñas y Medianas empresas de la
construcción de la Región (Apymeco). Ese último periodo dejó un acumulado del 45,74 % para todo el año, cifra que llevó para arriba el valor interanual previo, del 43,32 por ciento.
Los sectores inmobiliario y de la Construcción están estrechamente ligados a la marcha de la economía. Por eso, el actual escenario -teñido de vaivenes en el tipo de cambio, falta de acceso al crédito, alta inflación e incertidumbre frente al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)- vuelve a plantear la inquietud acerca de qué puede pasar con ambos sectores en el 2022.