El insólito hecho sucedió en un avión. Un pasajero estadounidense se quedó una hora y media con una papa frita en la boca para no ponerse el barbijo.
El sujeto, vacunado y con test negativo de coronavirus, recordó que en el único momento en el que se puede sacar el tapabocas en el avión es el momento de comer o tomar alguna bebida, y aprovechó ese “vacío sanitario” a su favor.
Como técnicamente seguía comiendo, el personal de la aeronave no pudo exigirle que se volviera a poner el tapabocas, porque a simple vista, aún no había terminado de comer.
Pasajeros que presenciaron el episodio decidieron registrarlo en video y compartirlo en redes sociales.