Hace unas semanas que se vienen produciendo hechos de vandalismo en el cementerio local. No es la primera vez que sucede, pero en esta ocasión el malestar fue creciendo y se fue visualizando en las redes sociales.
Días previos a las fiestas, este espacio sagrado de la comunidad volvió a ser noticia. Desde EL NORTE estuvimos recorriendo el lugar y nos encontramos con roturas de placas de mármol, de floreros, y en lo que hace a piezas de cromo o bronce en muchos casos fueron arrancados de las nicheras.
El recorrido por el cementerio local tiene dos aristas: una que le compete al estado municipal, que tiene que ver con la seguridad, con la limpieza y cuidado del lugar; y la otra, que tal vez por un lado la pandemia y otra que en algunos casos los vecinos van menos al cementerio, es observar que falta atención en determinados espacios.
Una de las imágenes llamativas, que por respeto a la persona que se encuentra en ese lugar no quisimos tomar fotografías, tiene que ver con un nicho que tiene roto el frente de la tapa de mármol y en el interior se puede observar el cajón gastado por el paso del tiempo con un hueco que deja ver su interior.
Más allá de que la familia no se haya acercado a su difunto, se debería cuidar que esas imágenes dolorosas no sean públicas por parte del estado municipal.
Cabe recordar lo publicado en su momento por Nancy Baer, docente jubilada y vecina de Villa Ramallo, quien fue una de las damnificadas, se encargó de publicar a través de su cuenta de Facebook con la imagen que se encontró:
“Un amigo me avisa de la situación… Me presento en el cementerio, pido hablar con la directora (se encuentra en su justa licencia)… Me atiende una señora… Me explica que han roto muchos, que robaron casi 60 cruces de los nichos de Coospral, que la Municipalidad les quitó las horas extras, que ya avisaron a obras públicas, que cerraron la entrada de atrás, pero el tapial es muy bajo, que no traiga nada. Le respondo que solo me interesa mi nichera (cuyos derechos pagamos en tiempo y forma con mi hermano).
Llegamos y veo el cajoncito de María Belén (lugar cedido en calidad de préstamo a una alumna del 908). Realicé la denuncia en la Primera de Ramallo. Seguramente pensarán que esto es mínimo, pero no me acostumbro a la idea de ningún tipo de delito. Ah… para terminar… conocí los huesos de Verónica Analía Baer… No es nada (me dijo el empleado). Sí, es… Son los huesos de una nena de un año y medio tirados en una bolsa de porquería…, esa que se ve al lado del cajoncito”.
Los hechos de vandalismo en ese espacio sagrado se deben erradicar con acciones por parte del Gobierno local y de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
En tanto, la Policía local informó que durante el trascurso del mes de diciembre, se recibieron tres denuncias, dando cuenta sobre sustracción del cementerio local de cruces laminadas de cromo como así también daños en nichos. Las autoridades de seguridad han reforzado las recorridas por el lugar, indicaron.
Finalmente decidimos ilustrar esta nota con una foto del frente del cementerio, para no herir susceptibilidades y no caer en golpes bajos, y de esa manera se puedan realizar las acciones que deban llevar adelante.