El podólogo manipuló trece veces en diez días los sueros de su cónyuge mientras estaba internado. Lo acusan de asesinarlo para quedarse con la herencia y no realizaron la autopsia debido a que cremó el cuerpo.
Un podólogo irá a juicio acusado de asesinar en 2020 a su esposo con suero envenenado para quedarse con la herencia. Se trata de Guillermo Germán Berjeli, quien para la Justicia manipuló trece veces en diez días los sueros de su cónyuge mientras estaba internado.
El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOCC) Nº5 de CABA dará comienzo en marzo próximo el juicio contra Berjeli, quien está detenido por ser el presunto autor de un homicidio cuádruplemente agravado en un sanatorio de Recoleta.
Para la fiscalía el podólogo mató a Roberto Alfonso Aquiles Guzmán Jaque con el fin de quedarse con una herencia de más de 300 mil dólares.
El hecho recibió esta carátula por el vínculo entre el asesino y su víctima, por haber sido cometido con alevosía, por el suministro de veneno y por codicia, delito contemplado en los incisos 1, 2 y 4 del artículo 80 del Código Penal y que prevé como única pena la prisión perpetua.
El tribunal estará presidido por la jueza Cinthia Oberlander e integrado por sus colegas Adrián Pérez Lance y Juan Manuel Grangeat, quienes programaron el juicio en ocho audiencias para los días 17 y 19 de marzo, 7 y 9 de abril y 5, 7, 26 y 28 de mayo.
Es un caso complejo, ya que no se llevó a cabo la autopsia. Este procedimiento no lo realizaron, debido a que el imputado “cremó el cuerpo a las 48 horas del deceso”.
Actualmente Berjeli cumple prisión preventiva en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza. Al comienzo de la causa estuvo prófugo dos meses, hasta que fue detenido por la División Homicidios de la Policía de la Ciudad en Mendoza.
Detalles del caso
La víctima había contraído matrimonio con el acusado en 2019 y ambos convivían en un inmueble de Villa Crespo. El 16 de diciembre de ese mismo año, Guzmán Jaque sufrió una descompensación que concluyó con una internación en el Sanatorio Anchorena, con un cuadro de deterioro del sensorio, insuficiencia renal, desorientación, trastorno en la marcha y alteración en el habla.
Se acreditó que, si bien la víctima era portador del VIH, se encontraba bajo control y poseía una carga viral indetectable. Tras 27 días de internación en terapia intensiva, falleció el 12 de enero de 2020.
Las declaraciones testimoniales de enfermeras y médicos, sumado a los videos de las cámaras de seguridad de la habitación, fueron las claves para comprobar que el podólogo manipuló o intercambió trece veces durante diez días los sueros de su esposo.
El fiscal Pablo Recchini planteó en el requerimiento de juicio que el móvil del crimen fue económico, al afirmar que Berjeli mató a su esposo “con la finalidad de cobrar su seguro de vida, por el que efectivamente percibió la suma de 68.750 pesos el 2 de abril de 2020 en su cuenta bancaria; y, a su vez, con el objeto de heredar los bienes que aquél poseía en Chile”.
Según el representante del MPF, familiares de la víctima detallaron que esos bienes consistían en “un fondo común de inversión por el valor estimado 100.000 dólares, dinero en la cuenta bancaria que poseía en el Banco Security y un departamento situado en Santiago de Chile, que valía aproximadamente 200.000 dólares”.
Sin embargo, la fiscalía aclaró que “si bien logró su cometido de dar muerte al nombrado, el imputado no logró que los bienes en Chile pasaran a su propiedad, en virtud de que la legislación de aquel país no lo permitía”.