En las últimas horas dos nicoleños más se sumaron a la larga lista de personas engañadas en su buena fe. Un hombre de 29 años y otro de 34 resultaron estafados al intentar vender artículos a través de Facebook. El primero perdió 390.000 pesos y el segundo casi un millón y medio. Los delincuentes no descansan en verano y los especialistas aconsejan extremar los cuidados, especialmente en las ofertas de trabajo.
De la redacción de EL NORTE
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Los delitos de estafa continúan en crecimiento exponencial según se afirma desde los organismos especializados en ciberdelincuencia. Falsas ofertas, artículos que tras el pago no se entregan, transferencias por compras que nunca ingresan y los engaños en beneficios inexistentes para obtener datos son solo algunos de los ardides más utilizados.
Además de las maniobras fraudulentas más comunes, desde la Secretaria Tematizada del Departamento Judicial San Nicolás advirtieron un importante incremento en la modalidad conocida como “fraude de reclutamiento”, que consiste en falsas ofertas de trabajo. La semana pasada la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia alerto sobre nuevas estrategias engañosas en línea que se realizan a través de plataformas que ofrecen supuestas oportunidades de inversión.
En las últimas horas, al menos dos vecinos de la ciudad radicaron denuncias por haber sido estafados al intentar uno de ellos vender y el otro efectuar una compra de distintos productos a través de las redes sociales. La primera fue realizada en la Comisaría Primera por un hombre de 34 años, quien relató en sede policial que había publicado en Facebook la venta de un televisor smart marca Philco de 42 pulgadas de color negro. Enseguida se contactó con él una mujer que se identificó con el nombre de Rocío y que se mostró interesada en efectuar la operación. Acordaron la transacción, el hombre efectuó la entrega en un domicilio de calle Olleros al 400 donde lo recibió el supuesto hijo de la compradora. Minutos más tarde recibió una captura de imagen del comprobante de pago por el valor de 390.000 pesos, pero en realidad el dinero nunca se acreditó en su cuenta. Al intentar reclamar la transferencia advirtió que había sido bloqueado.
El otro hecho ocurrió poco antes y la víctima, en este caso, fue un joven de 29 años, quien intentó comprar un motor ofrecido en Facebook. La publicación de la página Marketplace ofertaba para la venta un motor de bote cuyo precio era de 1.420.000 pesos. Interesado en la compra el denunciante se puso en contacto con el vendedor, concretó la operación y transfirió la totalidad del precio indicado. Cuando intentó acordar la entrega ya había sido bloqueado de la red social y no logró volver a establecer contacto, por lo que radicó la denuncia en la Comisaría Primera. Ambas causas se instruyen en la UFI N° 13.
La semana pasada una jubilada de 73 años había sido engañada al ingresar a una página de Facebook supuestamente de la empresa Flecha Bus que ofrecía descuentos para jubilados. Con los datos de la víctima, obtenidos mediante engaños, tomaron préstamos a su nombre por tres millones seiscientos mil pesos que luego transfirieron a cuentas desconocidas.
Advertencias
Además de estas modalidades frecuentes, desde los organismos especializados pidieron extremar cuidados ante el incremento de otro tipo de engaños. Julio Pérez Carreto, desde Secretaría de Cibercrimen y Evidencia Digital, informó que en los últimos tiempos advirtieron gran cantidad de engaños a través de ofertas laborales. “Esta modalidad comenzó a hacerse frecuente desde el año pasado. Se trata del ‘fraude de reclutamiento’, un ardid mediante el cual el ciberdelincuente, bajo la falsa promesa de trabajo, engaña a la víctima para que envíe datos personales o dinero para supuestos gastos administrativos. Esta estafa se está dando con mucha frecuencia ya sea a través de correo electrónico, WhatsApp o Telegram. Aconsejamos a los vecinos que si reciben una oferta laboral de este tipo, extremen precauciones. Las señales de alarma son fundamentalmente cuatro. En primer lugar, es dudoso si el anoticiamiento que nos llega refiere a postulaciones que nunca realizamos. En segundo término, si el trabajo ofrecido es para realizar en casa, de pocas horas, donde no se exige conocimientos previos y donde se ofrece una muy buena remuneración. La tercera señal de que podemos estar frente a un engaño es si los contactos con la supuesta empresa son impersonales, no tienen rostro o alegan inconvenientes para mostrarse, incluso pueden tener fotos de otras personas. En último lugar, si solicitan información personal, fotos de la documentación, datos sobre cuentas bancarias, remisión de dinero. En estos casos, asegurarse efectivamente de que se trate de una propuesta real, de que existe la empresa invocada y de que está establecida en un lugar físico. Es decir, cerciorarnos de que es real. Y si se concierta una entrevista presencial, averiguar a qué lugar vamos a concurrir, asegurarnos de que siempre se realice en un lugar público, tratar de estar acompañados o brindar información a nuestros allegados de la ubicación del lugar donde nos encontramos”, concluyó Julio Pérez Carreto, titular de la Secretaría especializada.
Por su parte, en las últimas semanas la UFECI (Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia) también informó sobre nuevos casos donde las víctimas fueron engañadas para efectuar inversiones o realizar tareas laborales en plataformas virtuales. Sin embargo, cuando quieren retirar la inversión y la supuesta ganancia no pueden hacerlo bajo diversos pretextos. Se trata de casos en los que las personas son captadas para realizar supuestos trabajos remotos o invertir dinero bajo la promesa de recibir altas comisiones y/o ganancias pero que, en realidad, se las estafa. La modalidad de captación siempre es similar, aunque solo cambian los tipos de inversión como ser la adquisición de criptoactivos o el posicionamiento en las ventas de un supuesto comercio electrónico.