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viernes, enero 10, 2025
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La deshidratación en animales: un riesgo crítico durante el verano

Durante el verano, el calor extremo puede causar deshidratación los animales. Reconocer los síntomas, prevenir los riesgos y actuar a tiempo es clave para proteger su salud.

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Las altas temperaturas del verano no solo representan un desafío para los humanos, sino también para los animales. Durante esta estación, el riesgo de deshidratación se incrementa considerablemente, afectando tanto a las mascotas domésticas típicas como perros, gatos, conejos, así como a animales de mayor tamaño, habituales de zonas rurales, como caballos, vacas, ovejas. Vigilar la hidratación de los animales es clave para su bienestar.

Este problema ocurre cuando pierden más líquidos de los que consumen, lo que compromete el equilibrio de su organismo y pone en riesgo su salud. Si no se toman las precauciones adecuadas, las consecuencias pueden ser graves, llegando incluso a poner en peligro la vida del animal.

Síntomas de deshidratación en animales

Existen varios síntomas que indican que un animal podría estar deshidratado. Prestar atención a estas señales es fundamental para actuar a tiempo:

  • Mucosas secas o agrietadas: Revisa su nariz o morro. La sequedad en estas áreas es un indicio claro de pérdida de líquidos.
  • Jadeo excesivo: Si el animal jadea intensamente, podría estar sufriendo un golpe de calor, lo que requiere atención inmediata.
  • Cambios en el comportamiento: Una etapa de irritabilidad seguida de inactividad puede ser señal de deshidratación. Es crucial reponer líquidos y minerales en estos casos.
  • Ojos hundidos o sin brillo: Observa sus ojos; esta apariencia puede indicar falta de hidratación.
  • Elasticidad de la piel: Pellizca suavemente su piel. Si tarda en volver a su lugar, es un síntoma de sequedad y deshidratación.

Identificar estos signos a tiempo permite prevenir complicaciones graves y garantizar el bienestar del animal.

En perros y gatos, los signos más comunes incluyen encías secas, ojos hundidos y pérdida de elasticidad en la piel.

En los conejos, es fundamental prestar atención a sus heces, ya que la diarrea puede provocar una deshidratación severa.

En caballos, los síntomas incluyen letargo (un sueño profundo y prolongado), mucosas secas y una reducción en la frecuencia de orina. También puede observarse una menor sudoración, incluso en actividades intensas. Así como se puede notar en los ojos, si parecen hundidos o pierden brillo.

En los tres casos puede detectarse pellizcando suavemente su piel: si no vuelve rápidamente a su lugar, es una señal de alerta.

En el caso de los caballos hay que recordar que ésta pierde cierta elasticidad cuando el animal es mayor, así que puede haber diferencias entre un 5 años y un 10 años. La idea es que la piel debe volver a su sitio después de uno o dos segundos.

Los riesgos del verano y cómo prevenirlos

Las altas temperaturas aumentan el riesgo de deshidratación. Los animales necesitan acceso constante a agua limpia y sombra. En paseos o ejercicios, evite las horas de mayor calor y reduzca la intensidad.

En caballos, asegúrese de que tengan agua suficiente durante todo el día, especialmente si están al aire libre o realizan actividad física.

Es crucial evitar que los animales caminen sobre cemento caliente. Este material puede alcanzar temperaturas extremas y causar quemaduras graves en sus patas.

Cómo actuar ante síntomas de deshidratación

Si detecta señales de deshidratación, ofrezca agua fresca en pequeñas cantidades para evitar vómitos. No fuerce al animal a beber si no quiere.

En casos graves, como debilidad extrema o vómitos, consulte inmediatamente a un veterinario. Una rápida atención puede salvarles la vida.

Cuidar la hidratación de los animales es clave para mantener su bienestar en verano. Con atención y medidas simples, es posible prevenir riesgos graves.