Adriana Moralez, quien fue coordinadora del Comité de Vigilancia y Mortalidad Materna Infantil del hospital, rechazó las imputaciones presentadas por la defensa de la enfermera.
Finalizó el tercer día del juicio relacionado con las cinco muertes y los ocho presuntos intentos de asesinato de recién nacidos en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba. La jornada se centró en la declaración de Adriana Moralez, excoordinadora del Comité de Vigilancia y Mortalidad Materna Infantil, quien, a diferencia de los nueve acusados que testificaron el martes, sí respondió preguntas sobre el caso.
Inicialmente se tenía previsto que también declarara Claudia Elizabeth Ringelheim, quien era la vicedirectora del hospital en el momento de las muertes, pero su testimonio fue aplazado para este jueves.
“No tengo dudas de que hubo una mano asesina. Necesito saber quién mató a esos niños, si la acusada principal es o no, necesito que se sepa quién fue y si alguien va a volver a hacerlo”, contestó la médica después de que la fiscal Mercedes Balestrini le preguntara sobre su convicción.
La mujer es especialista en Obstetricia y Tocoginecología y fue imputada por el fiscal Raúl Garzón por los delitos de omisión de deberes de funcionario público en concurso ideal con encubrimiento doblemente calificado por la gravedad del hecho precedente y por la calidad de funcionario público.
“A la luz de los hechos, con dos autopsias con causa no natural, me resulta inevitable que no pueda asociar para atrás que Gino, que Isabella, tal vez Francisco, Benjamín y otros niños, fueron víctimas”, agregó.
Relató además cómo se descartaron diversas hipótesis médicas con el tiempo respecto a los fallecimientos de los menores, incluyendo posibles efectos adversos de la vacunación contra Covid-19, la administración de vitamina K y posibles picaduras de insectos. Y destacó que en los casos había coincidencias en que se trataba de niños nacidos a término y con buen control médico.
Moralez conocía como pocos el Neonatal, ya que trabajó allí desde su fundación, en 1998, hasta el día que la imputaron. Por eso su testimonio es de gran valor para el juicio.
Moralez aseguró que la muerte de los bebés “fue una bomba que estalló” en el hospital y aseguró sentirse abandonada por el Ministerio de Salud, que le hizo un sumario interno sin ningún tipo de apoyo. Reveló que debido a la imputación en el expediente, se vio obligada a tomar medicación.
En ese sentido, la médica contestó a las acusaciones de la defensa de Brenda Agüero, que había dicho los bebés murieron por la poca limpieza en el hospital. “No era una mugre, no se hacían experimentos ni había tráfico de órganos. El hospital Materno Neonatal era una institución excelente, que se ocupaba de cuidar a las madres y a sus bebés”, dijo la mujer.
La indagatoria de la médica concluyó minutos después de las 14.30 de este miércoles, y los jueces Patricia Soria, José Daniel Cesano y Laura Huberman, de la Cámara en lo Criminal y Correccional de 7ª Nominación, decidieron pasar a un cuarto intermedio hasta este jueves no sin antes llamarles la atención a las partes por sus declaraciones en los medios.
Fuente: ‘Infobae’.