Así lo afirma Germán Crigna, uno de los operadores inmobiliarios de mayor recorrido en la ciudad. La mayor estabilidad cambiaria ha generado certidumbre, y la reactivación de los créditos hipotecarios entusiasma a quienes tienen un ahorro y buscan refugio invirtiendo en un inmueble. “Por lo general, si el dueño de una vivienda está dispuesto a escuchar ofertas del comprador, hoy las operaciones se terminan haciendo efectivas”, cuenta Crigna.
De la redacción de EL NORTE
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Las operaciones de compraventa de inmuebles para vivienda familiar en San Nicolás mostraron en 2024 una recuperación en relación con los cuatro años precedentes. Así lo explica Germán Crigna, uno de los operadores inmobiliarios de mayor recorrido en un sector que está fuertemente atado a las expectativas de mercado y a la coyuntura cambiaria.
“A partir de 2018/2019, cuando terminan los créditos hipotecarios, la cantidad de operaciones de compraventa de inmuebles comenzaron a descender. Paralelamente empezó a bajar el precio de las propiedades, medidos en dólares, entre un 25 y un 30 por ciento, en algunos casos. Básicamente porque el costo de la construcción, que es una de las variables más importantes al momento de valorizar un inmueble usado y a la venta, también había bajado en dólares. Ese fue el contexto que marcó el camino del mercado inmobiliario en los últimos años. Pero en este 2024 el panorama comenzó a mostrar cambios en virtud de que hubo mayor estabilidad [cambiaria], la inflación inició un camino de descenso. Y, fundamentalmente, el crédito hipotecario fue moviendo las operaciones”, dice Crigna.
Ese escenario de mayor certidumbre llevó a la gente que tiene ahorros a evaluar la posibilidad de adquirir una propiedad. “A medida que el año fue avanzando comenzamos a notar una mayor cantidad de consultas, y también más operaciones. Es cierto que no es un movimiento que modifique sustancialmente el mercado de San Nicolás. De hecho, si se compara la cantidad de inmuebles a la venta con la cantidad de operaciones que se concretan, la situación no es muy alentadora. Pero el mercado se ha empezado a mover, y esa es la diferencia con los años precedentes”, asegura Germán Crigna.
En mayor medida, las operaciones de compraventa concretadas tuvieron un factor común: las partes aceptaron negociar el valor de la propiedad. “Por lo general, si el dueño de una vivienda está dispuesto a escuchar ofertas del comprador, las operaciones se terminan haciendo efectivas. Vemos que este año se ha producido un avance en ese sentido”, sostiene Crigna. “Los créditos hipotecarios recién están comenzando a moverse. Por lo que me dicen, hoy los créditos son convenientes. Desde ya que quien toma ese crédito necesita contar con un porcentaje del valor del inmueble, o bien tener otro inmueble de menor valor para incluirlo en la negociación”, explica el agente inmobiliario.
“Si la situación macro sigue igual, yo creo que el mercado de compraventa de propiedades va a ir avanzando. Porque la gente se va a animar a tomar créditos hipotecarios”, se entusiasma Crigna. “Lo importante es que el mayor movimiento de compraventa genera un contagio positivo, porque los constructores se animan a iniciar nuevos proyectos, ya sea de edificios de altura o complejos más pequeños. Todo eso va movilizando la economía en general puesto que ello genera la compra de materiales y la contratación de mano de obra. Es un hecho que la construcción es uno de los principales motores de la economía, por lo que un mercado inmobiliario en recuperación genera un derrame en muchos otros sectores”, señala.
Recuperando seguridad
Analizando el escenario hacia adelante, Germán Crigna se muestra optimista. “Siempre se ha dicho que el inmueble es un refugio de valor muy seguro. La persona que pudo comprar una propiedad en este último tiempo ha hecho una operación muy conveniente, porque no sé si las propiedades van a aumentar mucho en dólares, pero sí creo que el mercado va a estar más fortalecido. Yo considero que hoy es un buen momento para comprar un inmueble, obviamente, para quien tiene un ahorro y puede acceder a un crédito. Porque el inmueble es una garantía de refugio para una inversión. Incluso para quienes opten por no habitar esa propiedad adquirida, porque la rentabilidad de los alquileres ha mejorado a partir de que se destrabó la actualización anual de los alquileres. Hoy, con actualizaciones del valor de un alquiler mucho más cortas, permite que la renta se vaya recuperando. Ese es otro de los alicientes que anima a la gente a pensar en adquirir una propiedad”, completó Crigna.