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martes, diciembre 17, 2024
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Restos de la Edad del Bronce revelan un “oscuro” episodio de violencia caníbal

Los huesos analizados de 37 personas masacradas fueron hallados en los años 70 en un pozo del condado de Somerset, en Inglaterra.

El análisis de cientos de fragmentos de al menos 37 hombres, mujeres y niños que poblaron el actual el condado de Somerset (Inglaterra) en la Edad del Bronce Temprano ha revelado que fueron asesinados, descuartizados y, probablemente, canibalizados, antes de ser arrojados a un pozo de origen natural, reza un comunicado de los investigadores, de la Universidad de Oxford, Reino Unido.

Los arqueólogos señalan que se trata, probablemente, del ejemplo de violencia interpersonal de más envergadura la prehistoria británica. 

Los huesos diseminados de las 37 personas masacradas fueron encontrados en la década de 1970 en Charterhouse Warren, un pozo natural de 15 metros de profundidad ubicado en el condado de Somerset. El macabro hallazgo sugiere que la composición de los restos era representativo de una comunidad.

El reciente estudio de los restos ha sacado a relucir numerosas marcas de cortes y fracturas ‘perimortem’ (realizadas poco antes o después de la muerte) en los huesos, lo que sugiere que las víctimas fueron asesinadas en masa de forma intencionada e incluso quizá parcialmente consumidas.

Los investigadores sugieren que la matanza fue causada por factores sociales. Aunque las circunstancias exactas de la misma nunca se conocerán, el equipo de Schulting sugiere que pudo tratarse de un ejemplo de “violencia como representación” que buscaba aterrorizar y advertir a la comunidad en general. En cuanto al tratamiento de los restos, parcialmente consumidos y arrojados a un pozo junto con huesos de otros animales, se trataría de “deshumanizar” a las víctimas.

Se han encontrado más pruebas de lesiones en esqueletos del Neolítico británico que de la Edad del Bronce Temprano, por lo que el hallazgo en Charterhouse Warren destaca como “algo muy inusual”, reconoce el autor principal de la investigación, el profesor Rick Schulting de la Universidad de Oxford. “Dibuja un panorama considerablemente más oscuro de ese período de lo que muchos habrían esperado”, señala.

“Nuestra comprensión de ese período se centra principalmente en el comercio y el intercambio: cómo la gente fabricaba cerámica, cómo cultivaba, cómo enterraba a sus muertos”, comenta Schulting a The Guardian. “No ha habido discusiones reales sobre la guerra o la violencia a gran escala en ese período, simplemente por falta de pruebas”, asegura.

“Probablemente, se trató de un único suceso ocurrido en algún momento entre los años 2210 y 2010 a. C.”, estiman los expertos. Las víctimas parecen haber sido predominantemente locales y “el suceso puede haber sido parte de un ciclo en espiral de venganza que surgió de presiones sociales y políticas dentro o entre comunidades de la Edad del Bronce Temprano”, concluyen los científicos en su artículo, publicado en la revista in Antiquity.