El intérprete demandó a Mireddys González por transferencias no autorizadas desde una cuenta corporativa y ella, por su parte, lo acusó de “aparentar” su cercanía con la religión a través de un comunicado de prensa.
El inicio de una posible guerra de divorcio se desató entre el músico Ramón Ayala, más conocido como Daddy Yankee, y su -hasta ahora- esposa, Mireddys González: luego de que el intérprete inició una demanda por supuestas transferencias no autorizadas desde cuentas corporativas, la manager lo acusa de fingir su cercanía a la iglesia evangélica.
Hace sólo algunas horas, González publicó un comunicado de prensa desde Puerto Rico y señaló: “Tengo el compromiso como esposa aún por más de 30 años y compañera de trabajo de Ramón Ayala, les informo con la integridad y verdad que vivo día a día en el camino de papá Dios, que por causas irreconciliables con Ramón, estamos en este proceso de divorcio”.
“Hoy con toda la paz que papá Dios me da, comprendo que una verdadera transformación no es aparentar, sino vivir un nuevo estilo de vida en armonía. Es lo que en verdad muestra a qué Dios le servimos. Esto es lo único que importa, no los intentos, sino los hechos”, remarcó Mireddys.
Al finalizar la carta, González solicitó: “Les pido respeto para toda nuestra familia, para poder concluir correctamente este proceso ante la justicia del hombre. Pero, quiero aclarar que, como hija de Dios, nunca permitiré difamaciones hacia mi persona, venga de quien venga. Yo quiero regirme por la justicia y la verdad, únicamente”.
Este último párrafo apuntó a la acusación que Ayala presentó ante el Tribunal de Primera Instancia de San Juan, Puerto Rico por supuestos retiros de dinero que no fueron autorizados y la suma superaría los 100 millones de dólares. En las acusaciones también se incluyó a su cuñada, Ayeicha González.
A dos semanas de confirmar su separación y con dos hijos en común, el abogado defensor del cantante, Carlos Díaz Olivo, señaló que las transferencias se realizaron a partir de las cuentas bancarias corporativas de El Cartel Records y Los Cangris. El dinero tuvo como receptor las cuentas personales de las mujeres, sin conocimiento o autorización del músico.
“Añado que también por aproximadamente año y medio, en buena fe, el Sr. Ayala llevaba solicitando a las señoras González acceso a sus compañías y estatus financiero de estas. Sin embargo, su solicitud fue desatendida”, apuntó el letrado en declaraciones escritas.