La victoria de Botafogo, que opera como SAD, volvió a abrir uno de los debates más virales del primer año de Gobierno libertario.
El debate sobre las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) fue reavivado por el presidente argentino Javier Milei tras el triunfo de Botafogo en la Copa Libertadores 2024. A través de la red social X, el mandatario propuso discutir el tema, destacando el éxito de clubes brasileños y vinculándolo con la privatización deportiva. Sin embargo, errores en los datos presentados por Milei revelaron que solo tres campeones recientes del torneo operan como SAD, mientras la mayoría mantienen estructuras tradicionales de asociaciones civiles.
Y SI DEBATIMOS LAS SAD? https://t.co/PvQ6KkDbzE
— Javier Milei (@JMilei) December 1, 2024
Milei impulsó un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para permitir la transformación de asociaciones civiles en sociedades comerciales, asegurando que esto atraería inversiones por hasta 3.000 millones de dólares. Casos internacionales como el Manchester City y el Chelsea fueron citados como ejemplos del éxito de las SAD. Clubes como Estudiantes de La Plata y Talleres de Córdoba apoyaron la medida, destacando acuerdos millonarios que refuerzan el modelo mixto.
Resistencia y argumentos en contra
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA), liderada por Claudio Tapia, se opone al ingreso de las SAD. Argumenta que el formato tradicional cumple funciones sociales esenciales, como apoyo comunitario en sectores vulnerables. Una medida cautelar de la Cámara Federal de San Martín limita la implementación del DNU, advirtiendo posibles alteraciones en la dinámica social de los clubes.
El caso de Botafogo generó polémica, ya que otros clubes exitosos, como Flamengo, se mantienen como asociaciones civiles. En Europa, aunque las SAD predominan, ejemplos como el Real Madrid demuestran que las asociaciones pueden competir al más alto nivel. Los críticos destacan casos como Racing y Deportivo Mandiyú en Argentina, que enfrentaron crisis económicas bajo gerenciamientos privados. En Europa, clubes como el Burdeos y Troyes sufrieron problemas similares.
A pesar de las controversias, el Gobierno insiste en que las SAD podrían revitalizar el fútbol argentino y aliviar las deudas de los clubes. Sin embargo, la resistencia de la AFA, las limitaciones legales y la oposición de socios tradicionales complican su implementación. El debate continúa, polarizando las opiniones sobre el futuro del deporte más popular del país.