En horas de la mañana de este jueves comenzó la indagatoria de Lautaro Delfanti, el sujeto imputado por el homicidio de Pablo Rodríguez ocurrido en Ramallo el 11 de noviembre. El hombre, de 26 años, se había entregado el martes en sede de la DDI junto a su abogada. Según trascendió la medida no concluyó, se prolongó hasta hoy viernes. El acusado declaró por largo tiempo y negó los cargos.
De la redacción de EL NORTE
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En horas de la mañana de este jueves comenzó en la UFI N° 13 la audiencia indagatoria de Lautaro Delfanti por el crimen de Pablo Rodríguez, un conocido panadero de Ramallo cuyo cuerpo fue hallado en su casa con un trapo en la boca y las piernas atadas con una sábana. El macabro hallazgo ocurrió el pasado 11 de noviembre en calle Rioja al 100. El primer detenido por el hecho fue Franco Leguizamón, de 27 años, quien finalmente fue liberado tras permanecer 10 días preso. Pero era intensamente buscado otro hombre, a quien se le había dictado la captura. Sobre él pesaba una orden de detención emitida por el Juzgado de Garantías N° 1. Se trataba de Lautaro Delfanti, de 26 años, quien, al igual que la víctima, era residente de la ciudad en la que ocurrieron los hechos. Delfanti se mantuvo prófugo hasta el pasado miércoles en que decidió entregarse junto a su abogada, la letrada Carla Rivet, en sede de la DDI San Nicolás.
Trascendió extraoficialmente que declaró por varias horas, negó los cargos, reconoció el encuentro, admitió haberse encontrado a solas con la víctima, pero aseguró que cuando se retiró Rodríguez estaba bien, con vida. La defensa, por su parte, explicó que, conforme a los testimonios, luego de que Delfanti se retirara los vecinos dicen haber escuchado las voces de tres masculinos, a quienes no reconocen y que desde que se va del domicilio hasta que encuentran a la víctima sin vida hay una ventana de 24 horas en que la casa estuvo abierta y se percibía que había personas presentes. En esas horas el acusado asegura que ya estaba en Rosario. La audiencia se prolongó debido al extenso relato y se supo que su conclusión fue postergada hasta este viernes. Mientras tanto, el hombre imputado fue trasladado nuevamente a una comisaría de San Pedro, donde se encuentra alojado desde el miércoles. La audiencia indagatoria concluirá hoy.
El crimen
El hallazgo del cuerpo ocurrió después de que las autoridades recibieran un llamado al servicio de emergencias 911. Alrededor de las 21 horas del lunes 11 de noviembre la policía encontró en un domicilio de la calle La Rioja al 100, en el barrio Laguna Paiva de Ramallo, el cadáver de Rodríguez, quien estaba desaparecido desde la tarde del día anterior, por lo que sus familiares habían radicado la denuncia. Al ingresar a la vivienda, las autoridades encontraron el cuerpo de la víctima maniatado y amordazado. Pablo Gabriel Rodríguez tenía 49 años, era un panadero apreciado en la ciudad. Trabajaba en la “Panadería Pilar” hasta que fue hallado muerto en su casa, con un trapo en la boca y las piernas atadas con una sábana. Había sido golpeado y presentaba lesiones en el rostro. El médico policial que examinó el cadáver determinó que Rodríguez tenía un hematoma facial, aunque no se observaron otras heridas visibles. De todas formas, los primeros resultados de la autopsia arrojaron que el hombre habría muerto por asfixia mecánica.
El primer faltante que notaron los investigadores fue el del celular de la víctima que luego de buscarlo por distintos ambientes lo encontraron sumergido dentro del inodoro. Posteriormente observaron que también faltaba el auto de Rodríguez, un Fiat Siena de color blanco.
Se supo entonces que el hombre vivía solo frente al miniestadio del Club Atlético y Social Paraná de Ramallo. La panadería en la que trabajaba está ubicada sobre la calle San Martín al 1700, a unas diez cuadras de su vivienda.
Del testimonio de testigos y del relevamiento de las cámaras de seguridad, se estableció la identidad de un sospechoso de apellido Leguizamón, desocupado, residente en Ramallo. Fue detenido en la calle mientras caminaba por la ciudad. Se creía en ese momento que fue la última persona que estuvo con Rodríguez en su vivienda antes de su muerte. Pero tras permanecer 10 días detenido fue liberado. También buscaban a otro sospechoso que había desaparecido de los lugares que solía frecuentar. Era Lautaro Delfante, quien posteriormente se entregó y hoy es el principal acusado del homicidio. Según la hipótesis de la investigación, sería la persona que se llevó del lugar del asesinato el auto de la víctima, que fue encontrado en Rosario tras dejarlo estacionado en un lugar no permitido y luego remitido al corralón municipal. En los últimos días se habían realizado allanamientos en esa ciudad, que dieron resultado negativo. Se habría descartado en primera instancia que se tratara de un robo, ya que se encontró dinero en efectivo en un bolso dentro de la vivienda, solo faltaba el vehículo que fue hallado días más tarde, tras haber sido multado por mal estacionamiento.