Por otro lado, Moscú exhibió los artefactos que pudo derribar
En los últimos tres días, las Fuerzas Armadas de Ucrania lanzaron misiles de largo alcance contra Kursk, mientras Rusia respondió con un artefacto balístico hipersónico, según medios internacionales.
El Ministerio de Defensa ruso informó sobre el lanzamiento de cinco misiles ATACMS estadounidenses contra Lotarevka, a 37 kilómetros de Kursk. Tres fueron interceptados por sistemas Pántsir, pero dos impactaron, dañando un radar y causando bajas entre el personal.
El 25 de noviembre, Ucrania atacó el aeródromo de Kursk-Vostochny con ocho misiles ATACMS. Siete fueron derribados, aunque uno alcanzó su objetivo, provocando heridas leves a dos militares y daños menores en las instalaciones, reveló el Ministerio, citado por Actualidad RT.
En respuesta, Rusia lanzó un misil Oréshnik con ojivas convencionales contra una planta militar en Dnepropetrovsk. Este misil hipersónico, capaz de alcanzar velocidades de Mach 10, representa una nueva amenaza en el conflicto, intensificando la preocupación internacional.
Además, Rusia desplegó un récord de 188 drones, afectando la red eléctrica en Ternopil y dejando al 70% de la región sin energía, según autoridades ucranianas.
La OTAN y Ucrania discutieron en Bruselas las implicancias del misil ruso. El presidente Vladímir Putin justificó el ataque como una respuesta al uso de armas occidentales por Ucrania y advirtió sobre posibles represalias contra instalaciones militares de países aliados, informó France 24.
La escalada de acciones militares y el uso de armamento avanzado reflejan un conflicto que parece lejos de apaciguarse, con consecuencias cada vez más graves para ambas naciones y la región.