Entre más de 1400 postulantes, 400 estudiantes de San Nicolás, Ramallo y Ensenada fueron elegidos beneficiarios de las Becas Secundarias Roberto Rocca 2024.
“¿En mi casa? ¿La primera vez que me gané la beca? ¡Me felicitaron un montón! Fue algo que busqué todo el año. Me esforcé muchísimo”, cuenta Santino Ballester, de la EEST N° 1 de Villa Ramallo. “A la mañana, mi mamá me levantaba, me decía «ponete a estudiar». Mi familia siempre estuvo detrás mío, ayudándome a lograr este objetivo año tras año de mi escuela secundaria”, agrega.
“Siempre me contaban del programa de becas que tenía Ternium, entonces desde primer año me interesó. Es lindo cuando uno es recompensado, te hace sentir bien”, destaca Santino.
Historias como esta se multiplicaron en cada acto de entrega de diplomas y medallas de las Becas Roberto Rocca, realizados en San Nicolás, Ramallo y Ensenada. Fueron 400 los estudiantes secundarios reconocidos con esta distinción y apoyo económico en 2024, entre más de 1400 postulantes.
Logros académicos, compromiso con el aprendizaje, talento, actitud: el programa de becas, una tradición del Grupo Techint, pone en valor al estudio desde esas múltiples perspectivas, alentando a estudiantes del nivel secundario y universitario. En este último caso, 46 estudiantes también recibieron la beca este año.
Paolo Rocca, presidente del Grupo Techint, hizo llegar su mensaje a las personas reconocidas a través de un video: “El mérito es muy importante. Con él se avanza, se realizan los talentos de cada uno de ustedes, construyen su vida, su comunidad, y participan del desarrollo. El crecimiento de nuestro país necesita de todos ustedes y del compromiso de excelencia que han mostrado para llegar a la beca”.
Por otra parte, durante los distintos actos, los estudiantes pudieron escuchar a un invitado especial y con un mensaje muy inspirador: Rubén Magnano, exdirector técnico de la selección argentina de básquetbol conocida como la “Generación Dorada” y ganadora de la medalla de oro en Atenas 2004. Magnano compartió su mirada sobre el esfuerzo, el aprendizaje y el trabajo en equipo con los estudiantes.
Los sueños después del logro
“Siento que la beca es una recompensa, una retribución al esfuerzo que uno hace, algo simbólico que tal vez representa todo ese trabajo”, sostiene Abril Grottini, estudiante de la EEST Nº6 de San Nicolás, quien cursará Ingeniería Mecánica en la Universidad Tecnológica Nacional. “¿Un sueño? Entrar al Instituto Balseiro”, dice mientras sonríe.
Igual que Catalina Morelli, de la misma escuela y también seis veces becada de manera consecutiva, quien quiere estudiar en esa institución del sur, y sabe que antes deberá cursar algunos años de Ingeniería, por lo que se decidió por Ingeniería en Sistemas, también en la UTN.
“Lleva tiempo la escuela en sí porque tenemos doble turno y también tareas y pruebas, pero podía hacer mi vida normal y continuar con mis hobbies tranquilamente y mantener el estudio para obtener la beca”, aporta Catalina, orgullosa de su logro.
“Lo que le diría a un chico que no se anima a postularse a la Beca Roberto Rocca es que pierda ese miedo”, recomienda Celene Goró, de la Escuela Técnica 2. “Nunca duden de sus capacidades y de lo que pueden lograr. A veces uno no dimensiona hasta dónde llega, y tiene que disfrutar el proceso”, agrega.