Cada año, cientos de niños en Argentina esperan una oportunidad para tener una familia. Pilar Arias Iglesias, miembro de la Asociación Ser Familia por Adopción, nos cuenta su historia y los desafíos y alegrías de quienes eligen este camino lleno de amor y valentía.
De la Redacción de EL NORTE
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La vida de Pilar Arias Iglesias cambió para siempre cuando decidió abrir su corazón y su hogar a través de la adopción. Hoy, como madre de cuatro hijos adoptivos y miembro activo de la Asociación Ser Familia por Adopción, Pilar dedica sus días a acompañar a familias y personas que buscan transitar el mismo camino. “Adoptar es de valientes”, dice con firmeza. Para ella, cada paso en el proceso de adopción representa un acto de amor profundo, de entrega y de preparación.
Desde la organización de la que es parte, Pilar ayuda a despejar dudas y a derribar los prejuicios que rodean la adopción. “Nos encontramos con mitos, como la idea de que hay que esperar años para adoptar o que el proceso es inaccesible. La realidad es que cada caso es único, y que hay muchos niños esperando un hogar,” comenta. El objetivo de la asociación es tender puentes entre quienes desean adoptar y los desafíos de formar una familia que, aunque distinta en sus orígenes, es igual de fuerte en sus vínculos.
“Si sienten que pueden ser una familia para alguien que lo necesita, anímense. Adoptar no es fácil, pero es una decisión llena de amor”.
Pilar Arias Iglesias
Ejemplo de compromiso
La historia personal de Pilar es un ejemplo de este compromiso. Hace más de dos décadas, junto a su primer hijo biológico, decidió sumar a su hogar a dos pequeños hermanos, y poco después, la familia creció con la llegada de dos hermanos más. “Mis hijos ya son adultos, pero el aprendizaje nunca se detiene,” relata con una sonrisa que refleja su orgullo. La maternidad a través de la adopción, dice, le enseñó que el amor se construye con paciencia y sinceridad, y que cada niño merece crecer en un entorno que valore su historia.
A través de talleres y charlas que ofrece la Asociación Ser Familia por Adopción, Pilar se esfuerza en preparar a futuros padres para los momentos difíciles y las preguntas inevitables. “Los chicos suelen querer saber de dónde vienen, por qué no pudieron quedarse con su familia de origen. Es una conversación difícil, pero necesitamos responder desde la verdad y con empatía,” dice.
La valentía de las familias que eligen adoptar radica en aceptar que, aunque este camino puede estar lleno de desafíos, también está lleno de alegría, de risas compartidas y de la certeza de que cada niño merece un hogar. Con el Día Mundial de la Adopción en el horizonte, Pilar comparte un mensaje a quienes dudan: “Si sienten que pueden ser una familia para alguien que lo necesita, anímense. Adoptar no es fácil, pero es una decisión llena de amor y crecimiento. Es un viaje que transforma tanto a los padres como a los hijos.”
A medida que Pilar habla, su voz refleja la emoción y la convicción que la han guiado durante años. Sus palabras son un recordatorio de que la adopción no solo es un acto de generosidad, sino una prueba del poder de la familia y de la capacidad humana para abrazar nuevos comienzos.