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sábado, noviembre 23, 2024
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Baja producción, demandas gremiales y apertura del mercado externo: lo que hay detrás del conflicto en Ternium

UN ESCENARIO COMPLEJO PARA LA EMPRESA Y LOS TRABAJADORES

El panorama en la principal acería de Argentina es complejo, y se funda en un escenario multicausal. A la caída del mercado interno se suma el ingreso al país de productos a bajo costo, los reclamos por mejoras salariales y roces con el Gobierno. Desde la UOM San Nicolás cargan muy fuerte contra la Ternium por las condiciones laborales y salariales de los trabajadores de contratistas. Denuncian falta de inversiones y pedidos a las empresas tercerizadas de reducir un 15 por ciento los costos

De la redacción de EL NORTE
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El viernes último, Ternium desestimó la contratación de unas cien personas que debían incorporarse para cubrir reemplazos de vacaciones de personal en la planta General Savio. Se trata de jóvenes que ya habían completado la documentación para ingresar a trabajar, de acuerdo a voces oficiales de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) San Nicolás.

El panorama en la principal acería del país es complejo. La liberación de la importación de chapa generó más complicaciones para la empresa del Grupo Techint, que abastece al mercado interno de ese insumo que consumen las empresas que fabrican productos de línea blanca.

“Eso ha resentido mucho la actividad en la planta de Siderar, que además sufre de la falta de inversiones. Hoy tenemos una fábrica muy vieja, destruida. El sector de coquería, el horno, están muy deteriorados. Y tampoco se invierte en seguridad, algo que los trabajadores están pagando muy caro”, afirma una alta fuente de la UOM local, a cargo de la representación de trabajadores de empresas contratistas.

“Tenemos tremendos problemas en el cumplimiento de las obligaciones para con el personal contratado. Hay cuestiones básicas que están cada vez peor, como los comedores, baños, duchas, etc. Siderar no está cumpliendo, y reduce ese costo en los contratos con las empresas. En estos días, han citado a todas las empresas contratistas para pedirles una reducción del 15 por ciento”, asegura el histórico dirigente metalúrgico.

“Ellos [por Ternium] dicen que tienen que hacer una reducción muy fuerte del personal propio. Pero lo cierto es que hay un recambio generacional que es natural, porque todo el tiempo hay gente que se retira por tener muchos años de insalubridad. Actualmente, la plantilla propia de planta ronda los 2500 trabajadores. El resto es subcontratado, con gremios como UOM, UOCRA, Comercio, Camioneros, etc. Al mismo tiempo, ejercen una presión impresionante a las contratistas al reducir los costos”, explica la misma fuente.

“Siderar hace varios años que cambió la modalidad de contrato. Lo hace por ítem y ya no por hora hombre. Entonces, cada empresa tiene que asegurar determinada producción para poder cobrar y sostener el personal. Al estar resentida la producción, las empresas pagan un costo muy alto porque no logran producir lo que Siderar les prometió que iba a producir. En consecuencia, todo esto ha resentido muchísimo al sector contratista”.

El dirigente consultado sostiene que el impacto de la eventual desvinculación de trabajadores tendrá efecto dispar. “En la planta vas a tener bastante disparidad en la forma de aplicar esta medida de reducción, porque hay lugares como la planta de convertidores, que tiene tres pero actualmente hay dos que estrán rotos. Eso va a llevar un par de meses arreglarlo. Ahí te vas a encontrar con una cierta cantidad de personal trabajando, pero quizás las empresas que producen o que trabajan con los barros, con la escoria, la piedra, todo lo que alimenta a esos convertidores, al no haber producción va a tener un bajón importante. Entonces hí te vas a encontrar, quizás, con despido de personal. Es muy complejo el tema”, explica el dirigente de la UOM San Nicolás.

Chatarra, el otro conflicto

En estos días, Ternium mantiene con el Gobierno una discusión muy fuerte por el tema chatarra. El ministro Federico Sturzzenegger adelantó que piensa dejar sin efecto la restricción para exportar chatarra ferrosa y, de ese modo, intentar bajar los precios del acero, en atención a los reclamos que llegaron a distintas oficinas gubernamentales de parte de integrantes de la cadena de valor metalúrgica. Para Techint, la exportación de chatarra es un bien estratégico para la Argentina. La controversia sorprende puesto que algunos de sus exempleados ocupan cargos clave en la estructura gubernamental, como el caso del secretario de Trabajo, Julio Cordero. O el presidente de YPF, Horacio Marín. Por eso llama la atención que Sturzzenegger haya cargado con tanta vehemencia contra el holding de Paolo Rocca.

“Lo increíbles es que ellos [por Ternium] son partícipes de este Gobierno. Tienen ministros, y negocios en sectores como petróleo, litio. Mientras tanto, acá se están peleando por una cuestión propia del negocio. Y se lo van a hacer pagar a la ciudadanía de San Nicolás, de Ramallo, Sánchez, Villa Constitución. El costo es muy alto”, advierten desde la UOM local.