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miércoles, noviembre 6, 2024
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6 de noviembre: Día de los Parques Nacionales

En 1903 la Argentina se convirtió en el tercer país de América en impulsar el desarrollo de áreas protegidas. Hoy celebramos un nuevo aniversario de Parques Nacionales y se continúa trabajando para honrar el legado del perito Moreno.

La historia de las áreas protegidas en Argentina comienza hace 114 años, cuando el perito Francisco Moreno cedió a la Nación tres leguas cuadradas (unas 7500 hectáreas) de su propiedad ubicadas en cercanías de Laguna Frías y Puerto Blest, al oeste del lago Nahuel Huapi, con el fin de que fueran “consagradas como parque público natural”, tal como escribió en la carta de donación fechada el 6 de noviembre de 1903.
La donación fue aceptada el 11 de febrero del año siguiente estableciendo el núcleo primitivo de las áreas protegidas nacionales a través de lo que fuera conocido como el “Parque Nacional del Sur”. Y 31 años más tarde se crearía en las tierras donadas por Moreno el que hoy conocemos como Parque Nacional Nahuel Huapi.
Las áreas protegidas cumplen funciones de relevancia en la conservación de recursos naturales y culturales. Son sectores del territorio continental o marino de gran valor en cuanto a su biodiversidad y belleza escénica, en ellas están limitadas las actividades humanas, contando con un estatus de protección legal. Argentina ha sido un país pionero en la región, y de los primeros también en el mundo, en materia de creación de parques nacionales. Hoy suma 46 Áreas Protegidas y la Administración de Parques Nacionales continúa trabajando con el compromiso de duplicar su superficie, desarrollando el presente y planificando el futuro de manera sustentable.

El Parque de los orígenes

Ampliado el número de hectáreas del originalmente llamado Parque Nacional del Sur, se constituyó la base de lo que hoy conocemos como el Parque Nacional Nahuel Huapi. Emplazado en las provincias de Neuquén y Río Negro, resguarda una muestra de los ecosistemas andinos del norte de la Patagonia, importantes cuencas hídricas y un variado patrimonio cultural que atrae a viajeros del país y del mundo desde tiempos históricos: es uno de los destinos de la Patagonia más elegidos durante todo el año. Entre su fauna cuenta con singulares presencias como el huemul, el huillín, el cormorán imperial, el pato de los torrentes, el cóndor, el pudú y el zorro gris chico; y algunas especies solo viven en su entorno como la ranita del Chalhuaco, el tuco tuco colonial y el senecio del cerro Carbón. Sus 717.261 hectáreas hacen de este parque un lugar de características únicas en convivencia con ciudades como San Carlos de Bariloche y Villa La Angostura, un desafío para la conservación ambiental y el desarrollo humano.