Desde la semana pasada, Meta ha comenzado a restringir la creación o publicación de nuevos anuncios sobre temas sociales, elecciones o política en sus plataformas, incluyendo Facebook e Instagram.
Facebook, Instagram, Google y YouTube están implementando medidas estrictas contra los anuncios políticos para combatir la desinformación que podría debilitar la confianza en los resultados de unas elecciones controvertidas o provocar disturbios.
Desde la semana pasada, Meta ha comenzado a restringir la creación o publicación de nuevos anuncios sobre temas sociales, elecciones o política en sus plataformas, incluyendo Facebook e Instagram. La prohibición de nuevos anuncios políticos inicialmente debía finalizar el martes por la noche, pero la compañía la extendió hasta finales de la semana.
Google ha anunciado que aplicará una pausa temporal similar en los anuncios relacionados con las elecciones estadounidenses una vez que cierren las urnas el martes, y esta restricción se mantendrá por un tiempo indefinido. TikTok, por su parte, prohíbe los anuncios políticos desde 2019.
En cambio, X levantó su prohibición de la publicidad política el año pasado, después de que Elon Musk adquiriera la plataforma, y no ha anunciado ninguna medida similar para las elecciones.
Estas restricciones en los anuncios buscan evitar que los candidatos o sus seguidores intenten manipular el sentimiento público o proclamar una victoria anticipada en un periodo de incertidumbre que podría durar varios días mientras se realiza el conteo de votos. Sin embargo, los expertos advierten que el recorte de los equipos de seguridad interna en algunas de estas empresas podría debilitar sus esfuerzos actuales.
Estas pausas en la publicidad llegan mientras las autoridades electorales han pasado semanas combatiendo la desinformación viral, incluyendo acusaciones infundadas de manipulación en las máquinas de votación y supuestos fraudes en el voto por correo.
Además, se produce en un contexto en el que las fuerzas de seguridad federales han alertado sobre el riesgo de que extremistas nacionales, motivados por “agravios relacionados con las elecciones”, como la creencia en un fraude sin pruebas, puedan recurrir a la violencia tras los comicios.
El expresidente Donald Trump y muchos de sus seguidores ya han difundido repetidamente acusaciones infundadas de que los demócratas están haciendo trampa en las elecciones. La creciente disponibilidad de herramientas de inteligencia artificial también ha generado preocupación, ya que podrían utilizarse imágenes, videos o audios falsos para fortalecer rumores y afirmaciones erróneas sobre el proceso electoral.
Si bien estas pausas en la publicidad política son solo una de las medidas que las plataformas tecnológicas han implementado para proteger el ecosistema de información durante la semana electoral, los recortes en sus propios equipos de confianza y seguridad y la flexibilización de políticas relacionadas con las elecciones podrían haber llegado demasiado tarde para frenar la expansión de la desinformación.
Esto es aún más crítico ahora que X (antes Twitter) y su propietario Musk se han convertido en una fuente importante de afirmaciones falsas y engañosas sobre las elecciones. Twitter, en su momento, era líder en la lucha contra la desinformación y la retórica violenta, y marcó tendencia entre otras plataformas, como cuando bloqueó la cuenta de Donald Trump tras el ataque al Capitolio estadounidense el 6 de enero de 2021.