Gastón Schonfeld alegó tener “diferencias inconciliables” en la conducción técnica en la estrategia defensiva.
El abogado Gastón Schonfeld renunció a la defensa de Néstor Aguilar Soto, el femicida de Catalina Gutiérrez, la joven de 21 años asesinada en la ciudad de Córdoba.
El letrado se lo confirmó a la Agencia “Noticias Argentinas” al sostener que presentó su “renuncia indeclinable” por tener “diferencias inconciliables” en la conducción técnica de la defensa del imputado.
En este sentido, el profesional aseguró que su cliente habría estado recibiendo “visitas aparentemente frecuentes de una colega” que lo incentivó a “cambiar innecesariamente” de defensor.
Schonfeld dijo que desconoce “bajo qué promesas” ocurrió esa situación, por lo que corrió vista del hecho al Tribunal de Disciplina del Colegio de Abogados de Córdoba.
Sin embargo, evitó revelar la identidad de la nueva asesora: “Me lo debo reservar”.
Por otra parte, expresó sentir “gratitud por la oportunidad profesional” y “satisfacción por el deber técnico”, y agregó: “Con relación a la ausencia de ética profesional de la colega, elijo evitar sentimientos y/o sensaciones negativas”.
El juicio integrado por jurados populares que tiene como acusado al joven oriundo de San Carlos de Bariloche comenzará el 23 de diciembre y la Cámara 11 en lo Criminal y Correccional de Córdoba será la encargada de llevar a cabo el debate.
Soto se encuentra alojado con prisión preventiva en el penal de Bouwer y está imputado por el delito de “homicidio calificado por violencia de género y por alevosía”, lo que prevé una pena de prisión perpetua, de acuerdo al Código Penal.
En la solicitud del debate oral, de acuerdo a lo informado por el fiscal, se incorporaron las pruebas recabadas, el resultado de peritajes y las declaraciones.
Según la fiscalía, “es clara la posición de superioridad que ejercía Aguilar Soto sobre su víctima, como así también la violencia psicológica y simbólica que aplicó hasta el momento mismo de quitarle la vida a su amiga por despecho”.
Además, durante la etapa de instrucción se acreditó la existencia de violencia física, psicológica y simbólica por parte del acusado.