En un contacto que mantuvo con EL NORTE, el defensor oriundo de Conesa contó sus sensaciones en relación al título conseguido con Colón de Santa Fe en la Copa de la Liga Profesional, la segunda suya en el país y la tercera en su carrera de quince años.
FACUNDO MANCUSO
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Colón de Santa Fe hizo historia el viernes al adjudicarse su primer título profesional en116 años de historia, tras haber vencido a Racing Club por 3 a 0 en final de la Copa de la Liga Profesional. El oriundo de Conesa Bruno Bianchi integró el plantel “Sabalero”, en el que se convirtió en uno de sus referentes, si bien en el último tiempo por una lesión muscular que lo tuvo a maltraer y por haberse contagiado de coronavirus no pudo ver acción. El defensor viajó a la definición del campeonato a San Juan y, al término del encuentro ante la “Academia” fue parte de los festejos del equipo dirigido por Eduardo Domínguez.
Y en un breve contacto que mantuvo con EL NORTE, Bianchi contó sus sensaciones en relación a esta conquista, la segunda suya en Argentina y la tercera en el máximo nivel en su carrera, a lo largo de quince años de recorrido.
En primer lugar, Bianchi confesó que “las sensaciones son únicas; de mucha satisfacción”. Al mismo tiempo destacó que “este título es el premio a un proceso de mucho trabajo, que comenzó hace un año, con la llegada de Eduardo (Domínguez)”. “En ese momento las cosas en el club no estaban nada bien y estábamos peleando por el descenso”, recordó el zaguero central que integrará el Estudiantes de la Plata ganador del Apertura 2006 y que fuera campeón en Perú con Universidad San Martín de Porres en 2008.
Bianchi sostuvo que en Colón “se fueron dando las cosas de a poco, armándose un plantel muy lindo y con hambre de gloria”. “En el torneo pasado también estuvimos en la pelea –señaló- y competimos de igual a igual contra todos y eso fue lo que nos marcó que teníamos para dar más e ir por más”. “Por suerte lo pudimos lograr y salir campeones. Ganar un título en Argentina es muy difícil y mucho más para un club como Colón, en los que todo cuesta el doble”, subrayó Bianchi, con pasos por el Baby Fútbol de Conesa y de Belgrano en el ámbito local y promovido por Renato Cesarini a Estudiantes, en donde no llegó a debutar, más allá de haber estado en el banco de suplentes en la Primera del elenco platense que se consagró bajo la dirección técnica de Diego Simeone y bajo la batuta de Juan Sebastián Verón.
Justamente, del “Pincha” emigró con apenas 18 años en 2007 (cuando ya inclusive había sido convocado para distintas selecciones juveniles nacionales). Desde entonces Bianchi debió pelearla mucho para hacerse de un nombre en el profesionalismo. Empezó a ganarse un lugar de importancia en Perú, aunque sufrió un retroceso cuando la apuesta por llegar a Europa no le salió bien en el Lemona de la B de España. Tampoco en Palestino de Chile vivió lo que imaginaba, por lo que al tomar la decisión de regresar a su país natal, el conesero tuvo que arrancar de cero en el Argentino “A” con Douglas Haig de Pergamino. A partir de allí (con un ascenso con los pergaminenses a la B Nacional incluido en 2012), Bianchi no paró de crecer, más allá de un breve paso por Newell´s (del que es hincha) que no arrojó los resultados deseados en 2018. Jugó en la B con Unión de Santa Fe y arribó a Atlético Tucumán para terminar de consolidarse como uno de los defensores centrales más firmes y seguros del ascenso. Con el “Decano” ascendió en 2015 y luego demostró tener condiciones de sobra para jugar en la máxima categoría. Pudo jugar con los tucumanos la Libertadores y, ya cada vez más consolidado en el puesto y en la competencia local, en 2020 recaló en Colón, para alcanzar la gloria. Sin embargo, Bianchi, fiel a sus convicciones y siempre aferrado a su mentalidad ganadora, adelantó que no se conformará con esto. “Estamos muy contentos pero a la vez comprometidos para seguir creciendo y no conformarnos con esto, porque ahora se va a venir la Copa Libertadores que es otro paso histórico para Colón, que solo la jugó dos veces. Yo tengo ganas de seguir consiguiendo cosas acá”, concluyó, preparado para seguir creciendo; como siempre lo hizo. Tanto que ya se hizo costumbre.