Por cansancio, María Rosa Stefanic había decidido vender el hotel Dubrovnik ubicado en Villa Gesell. Pero sus ganas de ayudar al nuevo encargado hicieron que se encontrara en la ciudad balnearia en el momento del derrumbe.
En una conferencia de prensa, el ministro de Seguridad de Buenos Aires confirmó que esta mañana hallaron el cuerpo sin vida de la exdueña del hotel Dubrovnik, María Rosa Stefanic, quien era buscada intensamente, como así también las otras personas desaparecidas.
Luego de varios años al mando del alojamiento, Rosa se despidió en marzo pasado y vendió el edificio.
“Estoy muy orgullosa, muy orgullosa. En las buenas y en las malas, siempre”, fueron las palabras que se escucha decir a la exencargada en su despedida que realizó junto a su círculo íntimo al momento de dejar su trabajo.
“Ahora quedan los chicos, tienen que volar. Hasta acá llegué, pero siempre van a tener mi apoyo, cualquier cosa que precisen me van a tener. Siempre buenos consejos para que se puedan desenvolver en la vida”, continuó su discurso, dirigiéndose a los nuevos dueños de Dubrovnik.
“Hemos pasado gran parte de mi vida juntos, te lo agradezco”, le dijo antes de que “Rosita” continuara con sus palabras.
“En la vida nada es fácil, todo cuesta, mucho sacrificio. Tienen que ser responsables y así van a seguir adelante, todo cuesta, nada es fácil”, finalizó sus palabras, visiblemente emocionada.
Stefanic se encontraba en Villa Gesell y más precisamente en el hotel en el momento del derrumbe porque, pese a haberse mudado a Madariaga, había prometido ayudar al nuevo dueño con el personal y las tareas durante la temporada de verano. Allí, encontró la muerte a los 52 años.