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jueves, octubre 31, 2024
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Publicado en Nature, el renacuajo más antiguo del mundo vivió en la Patagonia hace 161 millones de años

EL DESCUBRIMIENTO MARCA UN HITO EN LA EVOLUCIÓN DE LOS ANFIBIOS

Científicos encontraron sus restos fósiles en la provincia de Santa Cruz. La prestigiosa revista científicas a nivel mundial destacó, en su publicación de ayer, que sobresalen por su conservación y ofrecen nuevas perspectivas sobre la evolución de las ranas y los sapos de hoy. Es la primera evidencia en el mundo de que ya tenía un desarrollo similar a sus formas actuales.

renacuajo
Una fotografía de los investigadores muestra una laja con huesos del renacuajo de Notobatrachus.

Un renacuajo de 15 centímetros de largo y unos 161 millones de años es el más antiguo descubierto hasta ahora. Hallado en la Patagonia, con un asombroso estado de conservación, reveló información única para la historia evolutiva de los anfibios anuros, el grupo al que pertenecen las ranas y los sapos. El análisis de los restos fósiles se publicó ayer en la revista Nature y se presenta en el Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN). Es la primera evidencia en el mundo de que la rana más primitiva que habitó el sur del país no solo pasaba por una etapa larval como los ejemplares actuales, sino que también se alimentaba a través del filtrado branquial con partículas en el agua o el fondo de los charcos donde crecía.

Sugiere la presencia de ancestros gigantes de las actuales ranas y sapos, con renacuajos que alcanzaban casi 16 centímetros y convivían con los dinosaurios. Los fósiles revelan que la cohabitación con dinosaurios ocurrió en una Patagonia tropical.

Ancestro de la rana criolla

El ejemplar era de una especie que los investigadores consideran que fue un ancestro de la rana criolla, que hoy se puede ver desde las provincias de Misiones hasta Río Negro, y del sapo del jardín. En la actualidad hay 4200 especies vivientes de anuros.

El renacuajo es de la especie Notobatrachus degiustoi, que ya había sido descrita en 1956 por el investigador Osvaldo Reig. Hasta ahora solo se habían encontrado restos de individuos adultos.
Este hallazgo ocurrió de manera fortuita en enero de 2020 durante una expedición conjunta de Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados (Lacev) del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN) y el Laboratorio de Evolución de Vertebrados y Orígenes Humanos de la Academia China de las Ciencias. Hacía seis décadas que equipos buscaban más indicios en las lajas del terreno donde geólogos de YPF habían encontrado 10 años antes ejemplares adultos de ranas fosilizados de un tamaño que les llamó la atención.
Mariana Chuliver -investigadora de la Fundación Azara y la Universidad Maimónides- fue la primera autora del trabajo sobre el renacuajo más antiguo publicado en Nature.

Investigación

El descubrimiento ayuda a comprender mejor la evolución de las ranas y los sapos actuales, que pertenecen a un grupo de anfibios sin cola que se llaman “anuros”. Tienen un ciclo de vida que se desarrolla en dos etapas: la larva del renacuajo acuático vive una metamorfosis que llega hasta la forma adulta.
Antes del nuevo estudio, se habían encontrado fósiles de ranas adultas durante el Período Triásico Superior (hace unos 217-213 millones de años). Pero no se habían documentado renacuajos anteriores al Cretácico (hace unos 145 millones de años).
El grupo de investigadores estuvo formado por Federico Agnolín y Fernando Novas, del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” y el Conicet, Agustín Scanferla, Martín Ezcurra, de la Universidad de Birmingham en el Reino Unido, y Xing Xu, del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de la Academia China de Ciencias.
Para hacer el estudio, los investigadores recibieron un subsidio de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica en 2020, la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China y el Programa de Apoyo a Talentos de Revitalización de Yunnan. Además, usaron las instalaciones del Citedef y recursos computacionales de la Universidad Nacional de Córdoba.

Conservación

Los paleontólogos encontraron los restos del renacuajo en 2020 en la Formación La Matilde, en la provincia de Santa Cruz, y luego lo llevaron al laboratorio. Se dieron cuenta de que se trataba de un anuro y convocaron a Chuliver, quien había investigado ese tipo de animales, para llevar a cabo una investigación en profundidad.

Sorprendió por su buen estado de conservación. La cabeza, la mayor parte del cuerpo y parte de la cola del renacuajo son visibles, al igual que los ojos, los nervios y una extremidad anterior. Eso sugiere que el renacuajo estaba en las últimas etapas de la metamorfosis.

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