El gremio sigue sin obtener mejoras salariales que alcancen a la inflación. La disputa afecta a 20.000 trabajadores. La próxima audiencia fue fijada para el 7 de noviembre. “Esperamos que haya reuniones en el ámbito privado antes de esa fecha con alguna contrapropuesta”, dijo Fabián Gigli, secretario de prensa de UOM San Nicolás.
De la redacción de EL NORTE
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El conflicto salarial entre la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y la Cámara Argentina del Acero (CAA) sigue sin resolverse, sumando cuatro meses de una negociación estancada. Fabián Gigli, secretario de prensa de la UOM San Nicolás, confirmó en diálogo con «Vamos viendo» (Radio U) que las empresas del sector siderúrgico, lideradas por la CAA y con fuerte influencia de grupos como Techint, han mantenido su oferta de un 2% de aumento mensual, una cifra considerada insuficiente frente a la demanda del gremio de un 4% para julio y agosto y un 3% para septiembre y octubre.
Gigli destacó que, aunque se otorgaron incrementos de “manera unilateral por parte de las empresas”, la propuesta actual sigue lejos de lo requerido. “La Cámara del Acero propuso solamente un 2% para cada mes,” declaró el dirigente y subrayó que estos aumentos, además, se dieron sin consenso gremial.
La conciliación obligatoria, que había sido extendida, culminó este lunes, dejando al gremio en libertad de acción para definir una posible medida de fuerza. “El Secretariado Nacional tiene la posibilidad de empezar a definir medidas”, expresó Gigli, aunque aclaró que se analizarán diferentes alternativas antes de un paro, como movilizaciones u otras acciones de presión.
La situación afecta directamente a unos 20.000 trabajadores de la denominada Rama 21, que incluye a empleados de plantas siderúrgicas de San Nicolás, Villa Constitución, Campana y Rosario. Con la nueva audiencia programada para el 7 de noviembre en el Ministerio de Trabajo, el gremio mantiene la expectativa de que las empresas puedan presentar una oferta superadora. “Esperamos que haya reuniones en el ámbito privado antes de esa fecha con alguna contrapropuesta”, añadió Gigli, aunque la incertidumbre sobre el resultado sigue latente.
Incertidumbre
La prolongación de este conflicto salarial no solo genera incertidumbre entre los trabajadores del sector siderúrgico, sino que también alimenta la tensión entre la UOM y las empresas. Gigli enfatizó que la situación actual representa un retroceso en comparación con acuerdos previos alcanzados con otros sectores de la industria metalúrgica. “Con las demás cámaras metalúrgicas ya llegamos a un acuerdo, mientras que aquí, con la Cámara del Acero, seguimos estancados en el mismo punto inicial”, señaló el representante gremial. La demora en alcanzar un acuerdo también implica un desgaste para los trabajadores, quienes perciben “aumentos insuficientes” en medio de una inflación que supera los incrementos propuestos.
Por otro lado, el gremio no descarta adoptar medidas de protesta que podrían ser estratégicas para maximizar la presión sobre el sector empresarial. Según explicó Gigli, las decisiones serán evaluadas semana a semana por el Secretariado Nacional de la UOM, teniendo en cuenta el impacto que una medida de fuerza podría generar en el mercado.
“Podría no tratarse de un paro total; estamos evaluando alternativas de movilización y otras formas de manifestación,” aclaró el secretario. La posibilidad de un conflicto visible en las plantas de Ternium y Acindar, claves en el sector, podría ser un incentivo para que la CAA ofrezca una propuesta más cercana a los valores inflacionarios reclamados por el gremio.