Esta evaluación censal medirá los conocimientos en matemática y lengua, permitiendo analizar el aprendizaje de los últimos cinco años. Es la primera vez que se realiza bajo la administración de Javier Milei.
Más de 591.000 estudiantes del último año del nivel secundario, tanto de escuelas estatales como privadas de todo el país, participarán hoy en las Pruebas Aprender 2024. Estas abarcarán tanto zonas urbanas como rurales.
Los resultados de estas evaluaciones se conocerán recién en mayo del próximo año. Organizado por la Subsecretaría de Información y Evaluación Educativa, a cargo de María Cortelezzi, Aprender 2024 será la primera prueba del gobierno de Javier Milei, que incorporó otra evaluación de saberes para los niños que cursan tercer grado del nivel primario.
Uno de los objetivos de esta edición es mejorar las tasas de respondientes, es decir, el porcentaje de estudiantes que resuelve al menos el 50% de los ítems. En septiembre las escuelas debieron realizar un trabajo de “sensibilización” con los estudiantes que participarán de la prueba, además de informar a las familias. Ese trabajo permitió organizar un ejercicio previo que les permita a los estudiantes familiarizarse con el formato de la evaluación.
Resultados anteriores
El año pasado se realizó la prueba Aprender al nivel primario y arrojó que casi el 49% de los alumnos de sexto grado está en los niveles básicos o por debajo del básico en matemática y en lengua.
Mientras que en la última evaluación a estudiantes secundarios se develó que en lengua, casi cuatro de cada 10 estudiantes se ubican en niveles de desempeño básico y por debajo del nivel básico. Casi 6 de cada 10 alcanza niveles satisfactorios. En matemática, en tanto, el 92,4% de los estudiantes apenas alcanzaron los niveles básico y por debajo del básico.
El desempeño en la resolución de cálculos matemáticos se deterioró tanto en las escuelas de gestión estatal como de gestión privada en relación con las evaluaciones de los años anteriores.
La edición de 2024 incluye, además, cuestionarios contextuales que permiten evaluar otros aspectos de la vida escolar y las condiciones de enseñanza, tanto para los alumnos como para los equipos directivos.