Florencia Francisconi es de San Nicolás y trabaja para la organización internacional Médicos Sin Fronteras, donde consigue expresar su vocación humanitaria a partir de la ayuda a personas y comunidades que padecen grandes postergaciones. “Es un trabajo muy gratificante, pero también un poco frustrante porque uno quisiera muchísimas veces poder hacer más”, relata la nicoleña, licenciada en Obstetricia, que ha recorrido –al menos- diez países con misión cumpliendo una misión que nace en su corazón.
Judith Coronel
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Florencia Francisconi es de San Nicolás pero su profesión y vocación la llevaron más allá de las fronteras argentinas. Estudió Licenciatura en Obstetricia en la Universidad Católica de La Plata, realizó su residencia en el Hospital Materno Infantil “Argentina Diego” de Azul y tiene un master en Salud Pública, sin embargo se propuso hacer trabajo humanitario y ayudar a personas en situaciones adversas. “Estaba terminando la residencia, y mi mamá estaba asociada a distintas organizaciones como Médicos Sin Fronteras y UNICEF. A fin de año estas ONGS siempre te muestran lo que hicieron con tus aportes y donaciones, yo lo ví y dije yo quiero hacer esto”, recordó Florencia en comunicación con EL NORTE. Al terminar la residencia llegó el llamado que tanto esperaba, confirmaron que había quedado en el proceso de selección de Médicos Sin Fronteras.
“La gente que sale de primera misión siempre tratan de que no sea un contexto bélico, buscan que sea un proyecto regular para entender cómo trabaja la organización. Así que en ese momento salí seis meses, lo cual es un montón, fui a la región de Somalia-Etiopía”, comentó sobre su primer viaje.
Florencia realizó trabajos en Ucrania, Sudán del Sur, Colombia, Etiopía, Mozambique, Afganistán, Irak, Cisjordania, la Franja de Gaza: “estuve en casi todos los continentes trabajando, en al menos 10 países, en misiones más cortas y más largas, además de en distintas posiciones”, afirmó.
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Si bien todas las experiencias son enriquecedoras, Florencia sostuvo: “Entre misiones vuelvo acá a casa, a San Nicolás, el resto del tiempo estoy planificando ver cuándo va a ser la próxima. Hoy por hoy me dedico de forma exclusiva a esto. Es el único trabajo, tal vez me gustaría de a poco ir asentándose en un lugar”.
Situaciones difíciles
“Pueden ser conflictos armados, pueden ser guerras, conflictos internos, catástrofes naturales, nosotros asistimos a los sistemas de salud cuando colapsan, independientemente de la causa”, afirmó Florencia sobre el trabajo que realizan las organizaciones no gubernamentales como Médicos Sin Fronteras alrededor del mundo.
“Cuando pasan cosas como las de Gaza o como las de Ucrania, sí es cierto que siempre hay un grupo de personas que es la más vulnerable, en este caso sí, son las mujeres, los niños, las mujeres gestantes, los ancianos, las personas con discapacidades, las personas con enfermedades crónicas”, comentó.
“Yo por mi profesión trabajo con uno de esos grupos más vulnerables y la verdad es que es bastante tremendo, porque se crea una brecha”, afirmó.
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Florencia aseguró que puede ser una tarea satisfactoria y difícil en partes iguales: “Es un trabajo que es muy gratificante pero también un poco frustrante, porque uno quisiera muchísimas veces poder hacer más. Uno se da cuenta que por ejemplo en nuestra ciudad puede que haya un número adecuado de médicos, de enfermeros, de obstétricas como yo para cubrir las necesidades de la población pero cuando te vas a lugares que están en guerra o en áreas muy remotas, sabes que en realidad el impacto que tenés vos ahí es mucho más visible y es mucho más tangible”.
“Las mujeres necesitan obstétricas alrededor del mundo y siempre va a ser así, pero cuando uno mira el paso de su presencia en lugares tan particulares como estos es muy gratificante, uno ve realmente el impacto directo en la vida de las mujeres, de la comunidad, de las familias, de los que han nacido”, aseguró.
La situación Gazatí
La última misión de Florencia fue en la Franja de Gaza, donde estuvo seis semanas y vivió de primera mano el conflicto palestino – israelí. “Frustra mucho, el bloqueo en Gaza cuando empezó esto el 7 de octubre del año pasado ya llevaba 16 años, no es algo nuevo para la Franja pero nunca fue de esta magnitud. El pedido que nosotros hacemos desde Médicos Sin Fronteras es que Israel como potencia ocupante en este momento pueda garantizar el ingreso de insumos que son súper básicos como combustible para que funcione la ambulancia y pueda recoger heridos, obviamente medicación, equipamiento, agua, comida”, manifestó.
“Es frustrante poder estar ahí, nosotros, la organización, mis compañeros, estar listos para trabajar y no tener con qué”, sostuvo y agregó: “Es un bloqueo que por momentos es total, por momentos ingresan cosas a cuentagotas y el impacto que esto tiene de estar ahí en terreno y no tener gasas, o no tener alcohol para lavarse las manos o que falten instrumentos o que sean también dañadas estructuras de salud”.
“También lo que pasa es que no hay una división entre lo que es un objetivo militar y un objetivo civil, cuando se atentan también contra objetivos civiles obviamente entran escuelas, entran instituciones de salud, no solamente casas o carpas de compañeros o de la comunidad desplazada sino también entran centros de salud”, lamentó la oriunda de San Nicolás.
A misiones
“A mí me trasladan directamente al lugar de trabajo, alguien me espera ahí. Cuando estamos en terreno tenemos una casa donde vivimos, mis compañeros y yo. Llegamos al país o al lugar hay una oficina central y después de ahí sí vamos al proyecto que por lo general están bastante más alejados, en zonas rurales, se requiere de un barco, un botecito o un helicóptero tal vez llegar”, contó sobre cómo es la logística para llegar al lugar donde se desarrollan las misiones.
En cuanto al financiamiento de la organización y los perfiles que buscan para trabajar comentó: “Nosotros subsistimos mayoritariamente de las donaciones de algún particular, como mi mamá por ejemplo”, comentó y agregó: “No solo son perfiles médicos, hay de administrativos, finanzas, logísticas, no son puramente médicos ni paramédicos, yo de hecho no soy médica de profesión”.
Las personas que deseen colaborar con la organización Médicos sin Fronteras pueden realizarlo a través del sitio web https://www.msf.org.ar/.