Mientras la costa oeste de Florida está en vilo a la espera de la llegada del huracán Milton, la Selección Argentina recibió la primera buena noticia en su odisea rumbo a Venezuela: a pesar del alerta, la delegación llegó al aeropuerto de Fort Lauderdale con normalidad, pudo embarcar tal como estaba previsto y a las 15:59 (hora argentina) partió rumbo a Barranquilla, la escala previa en un periplo que finalizará en Maturín, Venezuela.
El charter AV 7851 de Avianca finalmente dejó atrás a Milton y si bien el destino final será la región de Monagas para enfrentar este jueves a la Vinotinto, por cuestiones políticas tendrán que pasar primero por Colombia: “No va a ser fácil llegar porque no se puede ir directo a Maturín, no se puede desde suelo americano ir directo a Venezuela. Son cosas que no dependen de nosotros, hemos tenido mala suerte”, se había lamentado Lionel Scaloni.
Después de no poder viajar este martes, tanto en el cuerpo técnico como los jugadores llegó la tranquilidad y se podrá cumplir con el reglamento de la Conmebol, que exige a las selecciones llegar con 24 horas de anticipación al lugar del partido. De esta manera, quedó descartada la posibilidad de pedir una autorización especial para llegar el mismo día o hasta postergar el encuentro ante la Vinotinto para el viernes, como se barajó en caso de que el avión no pueda despegar en Miami.
De no surgir imprevistos, el plantel llegará a destino tras más de cinco horas de viaje y podrá enfocarse de lleno en el encuentro contra el equipo del Bocha Batista, por la novena fecha de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial de 2026.