Para todos los que cultivan el amor por la ovalada en San Nicolás, José Luis Pellegrini es el “Loco”. Impulsor de la disciplina desde siempre en la ciudad, jugador primero, entrenador después, desde hace más de 50 años está ligado a la actividad. Hoy, con 70, mantiene su fidelidad con el “A-B-C” que lo caracterizó y no se cansa de volver a las fuentes. Por estos días se encuentra embarcado en una gran travesía que lo llevó a recorrer todas las escuelas del distrito en busca de nuevos valores.
José Luis Pellegrini es el “Loco” para todos los que cultivan el amor por el rugby en San Nicolás. Impulsor de la disciplina desde siempre en la ciudad, jugador primero, entrenador después, desde hace más de 50 años está ligado a la actividad. Hoy, con 70, mantiene su fidelidad con el “A-B-C” que lo caracterizó y no se cansa de volver a las fuentes. Por estos días se encuentra embarcado en una gran travesía que lo llevó a recorrer todas las escuelas del distrito en busca de nuevos valores para los planteles juveniles de La Fusión y para las categorías infantiles del Club Belgrano.
Esto no es nada nuevo para él, pues cuentan quienes lo conocen que muchas veces, camino a la fábrica cuando fue Supervisor en Acindar o cada obra de construcción que encaró en otra de sus etapas laborales, en su chata en plena vía pública y sin recurrir a discursos conmovedores, se cansó de subir chicos de todas las edades a los que por su sola apariencia y/o presencia física invitó a unirse a la práctica deportiva.
Quizás como con eso no alcanza para convencer a la juventud de hacer deportes en los tiempos que corren, fue por más. Y no lo hizo por el trayecto más fácil (el de las redes sociales, por ejemplo). Como en sus días de operario, se puso otra vez el overol y volvió de nuevo “al terreno”; a los barrios. A la calle, en definitiva. Allí Pellegrini es inexpugnable. Y su palabra vale más que la de cualquiera en el ambiente del rugby nicoleño.
“Este año cuando se armaron los cuerpos técnicos de las Juveniles de La Fusión a mí me tocó la M16 y teníamos solo siete pibes. Entonces me propuse salir a buscar jugadores. Ahora tengo veinticuatro, porque esta semana se sumaron dos más de los que habíamos visto e invitado en las escuelas. Y después cuando arme la M16 me dediqué a buscar nenes más chicos para las Infantiles de Belgrano, porque había muy poquitos y la verdad”, le contó a EL NORTE José Luis, quien se inició como jugador en Somisa después de haber jugado al fútbol en Belgrano. Al poco tiempo sería un pilar fundamental para que el Rojo se convirtiera en un habitual participante de los torneos regionales formando parte de la Unión de Rosario en los primeros años de la década del ´80.
En efecto, con el impulso de Pellegrini en Belgrano se formó primero en 1982 un equipo juvenil que al año siguiente comenzaría a participar en la URR. Dos años más tarde, la institución ya contaría con un equipo de Mayores y uno Juvenil, y más tarde con todas las divisiones e incluso con el club formando parte del Consejo Directivo de la Unión.
En otro tramo de la charla, Pellegrini, en cuanto a su iniciativa, contó: “Primero largamos una campaña con folletos que fuimos repartiendo por todos lados y después me propuse ir a hablar con la Inspectora de Educación Física, Eleonora Mangialavori para poder llegar a todas las escuelas del distrito. Presenté una nota formal, y ella (por Mangialavori) realmente me abrió muchas puertas, acompañando la idea desde un primer momento, hablando con sus superiores y siempre apoyando. Después en los colegios se portaron muy bien, no solo los directivos sino también los profesores, que son los que están todos los días con los chicos y me ayudaron en las clases”.
“Hago una especie de instrucción –apuntó-, les explico a los alumnos lo que es el rugby, hacemos una serie de juegos, de destrezas, movimientos, y notamos que los chicos se enganchan”.
La tarea que realizó Pellegrini (acompañado por algunos pocos dirigentes y jugadores) ya se puede ver en resultados, apenas unos meses después de que se iniciara esta cruzada. “Hoy por hoy tenemos 48 chicos jugando en las Infantiles de Belgrano y pudimos armar la M16, que compite todos los fines de semana en el campeonato de la URR con clubes tradicionales que tienen muchos años y muchos jugadores”, valoró Pellegrini, ex jugador de Universitario de Rosario; y quien a mediados de los años 2000 se desempeñara como coach de Regatas.
Por último, Pellegrini confesó: “Algunos a los que les comenté la idea mucha bola no me dieron al principio, pero yo estaba convencido que esta era la única forma de traer chicos al rugby”. “Que ellos puedan ver en vivo y en directo lo que es el rugby y también de poder transmitirles los valores que tiene este deporte, por solo jugarlo o por lo humano”, destacó.
Cumplida esta misión, Pellegrini sigue firme con sus ideas en el trabajo de campo con los chicos, durante los entrenamientos los martes y los jueves, o en cada partido los fines de semana. No negocia el “A-B-C” que lo distingue. Y el que lo transformó en un símbolo del rugby de San Nicolás.