Un análisis reveló que el esqueleto dentro del féretro mostraba signos de tuberculosis ósea, meningitis crónica y una proclividad a montar a caballo.
Los restos de un misterioso ‘jinete’ encontrado dentro de un ataúd revestido de plomo debajo de la catedral de Notre Dame de París finalmente han sido identificados como pertenecientes al poeta renacentista francés Joachim du Bellay, que murió en 1560, informa Live Science.
Tras su muerte, la familia del poeta quiso enterrarlo en la capilla de Saint-Crépin de Notre-Dame. Sin embargo, después de la reconstrucción del sitio en 1758, su cuerpo nunca fue encontrado.
La ubicación de sus restos siguió siendo un misterio hasta 2022, cuando arqueólogos que exploraban la catedral después de un incendio en 2019 que destruyó gran parte de Notre Dame hallaron dos sarcófagos sellados revestidos de plomo.
Científicos del Instituto Nacional de Investigación Arqueológica Preventiva (INRAP) identificaron rápidamente los restos de uno de ellos como pertenecientes a Antoine de La Porte, un clérigo que murió a principios del siglo XVIII. Sin embargo, hasta hace poco se desconocía la identidad de la persona que se encontraba en la segunda tumba.
Un análisis del instituto forense del Hospital Universitario de Toulouse reveló que el esqueleto dentro del segundo ataúd mostraba signos de tuberculosis ósea, meningitis crónica y una proclividad a montar a caballo, lo que le valió el apodo de ‘jinete’, según un comunicado del INRAP emitido el 17 septiembre.
“Es un jinete consumado, sufre de las dos enfermedades mencionadas en algunos de sus poemas, como en ‘La Complainte du désespéré’, donde describe ‘esta tormenta que nubla [su] mente’, y su familia pertenecía a la corte real y al séquito cercano del papa”, sostuvo el Dr. Éric Crubézy, profesor de antropología biológica en la Universidad de Toulouse que dirigió el estudio.
Nacido en 1522 en Anjou, en el oeste de Francia, du Bellay se trasladó posteriormente a París y Roma, donde compuso sus obras fundamentales durante el Renacimiento francés, al tiempo que defendió el francés como lengua artística cuya literatura podía rivalizar con la “calidad y expresividad” de la antigua Grecia y Roma.
Tras años enfermedad y fuertes dolores de cabeza causados por la meningitis, du Bellay murió en 1560 a los 37 años.