Cientos de miles de devotos, tanto de nuestra ciudad como de distintos puntos del país, se convocaron este 25 de septiembre en el Santuario para acercar a María sus oraciones, pedidos y agradecimiento en el día de su cumpleaños. La jornada se inició con el saludo a la Virgen a las 00 horas y la Santa Misa presidida por el obispo Hugo Santiago, mientras que la Misa Central se desarrolló a las 15:00.
San Nicolás, se ha consolidado como un centro espiritual de referencia en el país desde hace 41 años, atrayendo a miles de fieles en busca de la protección y guía de la Virgen María. Este 25 de septiembre, una vez más, las calles se llenaron de devotos que arribaron desde diferentes puntos de Argentina. Desde Comodoro Rivadavia hasta Mendoza, las historias de fe, agradecimiento y pedidos resonaron con fuerza, destacando la profunda conexión que los peregrinos sienten al llegar al Santuario.
Desde tempranas horas del día previo, las calles de San Nicolás se vieron llenas de personas que, con rosarios en mano y devoción en el corazón, caminaban hacia el Santuario. Los peregrinos, muchos de ellos cargados de historias personales de lucha y esperanza, destacaron el impacto emocional que significa llegar a este lugar.
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En diálogo con EL NORTE, varios peregrinos compartieron sus experiencias. Un grupo proveniente de Comodoro Rivadavia, compuesto por 60 personas, expresó: “Venimos cada año a agradecer y a pedir”. Sobre lo que se siente al arribar al Santuario manifestaron: “En el momento en que uno está llegando, ya se está sintiendo que todo se aliviana y todo se va restableciendo”.
Otra mujer, proveniente de Isidro Casanova, relató emocionada: “Es la primera vez que vengo. Nos juntamos con mi hermana, amiga y mi sobrina; quisimos venir a conocer. Mi mamá siempre venía a ver a la virgencita”. Luego agregó: “Vengo a pedir por mis hijos, por mis sobrinos. Nosotros somos una familia muy católica, siempre que vamos a lugares así pedimos por todos, venimos a agradecer”.
Más allá de los pedidos personales, algunos grupos de peregrinos llegaron con motivos particulares que conmovieron a otros presentes. Desde Capitán Bermúdez, un grupo de mujeres que se autodenomina “Las bendecidas” relató su especial motivación para esta peregrinación: “Venimos por muchos motivos, principalmente la fe. Pedimos por trabajo y salud, pero en esta ocasión, en especial, por Estéfano, un niño que está luchando contra la leucemia. También pedimos por la gente de Córdoba que necesita lluvias”.
Dentro de este mismo grupo, una mujer expresó su agradecimiento con voz entrecortada: “Hace seis años padecí cáncer de riñón y perdí uno, pero estoy acá, y eso es lo que más agradezco”.
Devotas de la provincia de Mendoza, en diálogo con este medio, sostuvieron: “La Virgen nos pide que estemos con ella”, y por tal motivo “agradecer y pedirle”.