Es fundamental hacerse chequeos y consultar con un médico de cabecera.
La llegada de la primavera trae consigo la belleza de la naturaleza floreciendo, pero también el aumento de alérgenos en el aire. Para muchas personas, esto significa el inicio de una temporada de alergias. Conocer cómo cuidarse es esencial para mantener una buena calidad de vida.
Sin duda que ante cualquier síntoma aparente con la alergia la persona debe consultar a su médico de cabecera y, a través de él generar una derivación a un especialista en alergias para ser examinada y determinar alergia de qué tipo sufre.
Las alergias más comunes en primavera están principalmente relacionadas con el polen y las más frecuentes son:
Alergias al polen de árboles: los alérgenos más comunes provienen de árboles como el abeto, el sauce, el aliso y el roble. Su polen suele ser más abundante a principios de primavera.
Alergias al polen de pastos: gramíneas: El polen de pastos como la hierba de timotea, el pasto de campo y el pasto de Bermuda aumenta en primavera, causando síntomas en muchas personas.
Alergias al polen de malezas: malezas: Aunque su polen es más común en otoño, algunas malezas, como la ambrosía, pueden empezar a liberar polen en primavera, afectando a quienes son sensibles.
Alergias a los ácaros del polvo: ácaros: Aunque no son específicos de la primavera, los cambios en la temperatura y la humedad pueden aumentar la actividad de los ácaros, lo que puede provocar reacciones alérgicas.
Alergias a los mohos: La proliferación de mohos, especialmente en áreas húmedas, también puede causar alergias en primavera.
Síntomas comunes
Estornudos, congestión nasal, picazón en los ojos, tos y fatiga son algunos de los síntomas más comunes por los que transita una persona en esta época del año donde el brote de las plantas cambia la fisonomía del arbolado público y da vida a los jardines de plazas, parques y decora patios y balcones de los hogares.
Recomendaciones
A continuación, enumeramos algunos consejos prácticos para manejar y minimizar los síntomas alérgicos.
- Polen: Identifica qué tipos de polen (árboles, pasto, malezas) te afectan. Puedes consultar los informes de polen en tu área.
- Mantente en interiores: Durante las horas pico de polen (generalmente por la mañana), permanece en casa.
- Cierra ventanas: Usa aire acondicionado en lugar de ventilación natural.
- Evita actividades al aire libre: Especialmente en días ventosos o después de la lluvia, cuando el polen se dispersa más.
- Duchas y cambios de ropa: Después de estar al aire libre, dúchate y cámbiate para eliminar el polen de tu piel y ropa.
- Lava la ropa frecuentemente: Esto ayuda a reducir la acumulación de alérgenos.
- Antihistamínicos: Consulta a tu médico sobre el uso de antihistamínicos para aliviar los síntomas.
- Descongestionantes: Pueden ayudar con la congestión nasal.
- Purificadores de aire: Utiliza filtros HEPA para atrapar alérgenos en casa.
- Limpiar regularmente: Aspira y limpia el polvo con frecuencia.
- Informes de polen: Revisa los pronósticos diarios de polen para planificar tus actividades.
- Dieta balanceada: Fortalece tu sistema inmunológico con una dieta rica en frutas, verduras y antioxidantes.
- Hidratación: Mantente bien hidratado para ayudar a tus vías respiratorias.
Con estos consejos, disfrutar de la primavera será más placentero, pero, para reducir significativamente los síntomas de las alergias, no debe faltar la consulta al médico especializado para asegurarse de cuidar bien la salud; más si los síntomas son fuerte, ya que, el alergista le hará estudios específicos para iniciar el tratamiento adecuado.