En toda la extensión del Delta del Paraná que se prolonga entre las ciudades de Santa Fe y Paraná y la desembocadura del curso en el Río de la Plata, cerca de 8 mil hectáreas ardieron en las islas en lo que va del año. Así lo revela un estudio del Museo Scasso, que indica que de 550 focos detectados el 60% se registró en agosto, que estadísticamente es el mes que marca el inicio de la “temporada” de incendios.
De la redacción de EL NORTE
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El fuego en las islas del Delta del Paraná vuelve a ganar la agenda pública. Mientras el Gobierno nacional acaba de lanzar un plan preventivo y de manejo, en estos días los resplandores de las llamas y las columnas de humo están siendo visibles desde la costa de San Nicolás. No obstante, más al norte y más al sur los incendios se vieron sensiblemente incrementados ya durante agosto, que estadísticamente es el mes en que –tal como lo revela la experiencia de los últimos 12 años– se inicia la “temporada” de incendios.
Así lo reveló el reporte mensual que para el octavo mes del año preparó y difundió el Museo de Ciencias Naturales «Antonio Scasso» de San Nicolás.
“En agosto se detectaron 326 focos, varias veces superior a los 46 focos del mes previo. La semana de mayor cantidad de focos tuvo 104”, indicó el reporte del Museo a cargo del biólogo Jorge Liotta. El impactante crecimiento de los eventos producido entre los 326 focos detectados en agosto y los 46 de julio, fue de casi el 610%.
Y un dato más: al cabo de los ocho primeros meses transcurridos del año 2024, los focos ígneos detectados sumaron 550. Es decir que sólo en agosto se registró casi el 60% de los incendios.
En cuanto a las ubicaciones de los focos registrados en agosto, la mayoría estuvo en suelos insulares del norte del área PIECAS, en el tramo del Paraná que se extiende entre Santa Fe y San Lorenzo en su margen occidental y Paraná y Las Cuevas en la margen oriental.
Y también en el sur del área, aguas debajo de San Pedro y Gualeguay y hasta la desembocadura del Paraná en el Río de la Plata. Menos frecuentes fueron los incendios –aunque también los hubo en cantidad– frente a las costas de Villa Constitución, Ramallo y San Nicolás.
El estudio del Museo Scasso también consignó que unas 7734 hectáreas (ha.) del área PIECAS-DP estuvieron afectadas por los incendios en lo que va del año.
PIECAS-DP, así denominada por ser el área alcanzada por el «Plan Integral Estratégico para la conservación y el desarrollo sostenible de la Región Delta del Paraná» diseñado en 2008, cuanta con una superficie aproximada de unas 2,3 millones de ha. Las 7734 ha. afectadas por los focos producidos en los que va del año, constituyen el 0,3% del área total.
Factores de riesgo
Ya desde julio pasado especialistas venían advirtiendo sobre una serie de situaciones de índole climática y de comportamiento del río que configuraban un escenario similar a aquel por el cual en 2020, 2021 y 2022 los incendios en las islas fueron moneda corriente.
En este contexto, desde la Universidad Nacional de Rosario explicaban en aquello momento que se esperaba otra bajante del Paraná y un descenso de las precipitaciones. Eso, sumado a que las heladas anticipadas de esta temporada aceleraron la seca de los pastizales: condiciones todas ellas que podrían desembocar en una nueva etapa de fuego y humo en la región del litoral del Paraná.
Según los registros del Museo Scasso, en los primeros siete meses de 2022 se habían consumido unas 90.000 hectáreas solo en el área PIECAS.
Si se suman los datos de 2021 y de 2020, cuando el inicio de la sequía y la bajante del Paraná descontrolaron las quemas, en dos años y medio se destruyeron al menos unos 8.537 kilómetros cuadrados (853.000 hectáreas).