La nicoleña viajará en los próximos días a China con la Selección Argentina U18 para disputar el Mundial de Handball de la categoría. “Trabajamos mucho, con mucho esfuerzo” contó la jugadora de Belgrano, que quedó en la lista definitiva de 16 chicas que representarán al país en la máxima cita.
De la redacción de EL NORTE
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De Belgrano de San Nicolás a la Selección Argentina. De la Asbalnor al Mundial U18 de China. Lo que consiguió Milagros Schenider este año es algo muy difícil de lograr: ganarse desde el interior un lugar en una lista de 16 jugadoras, entre las mejores representantes de la Federación Metropolitana.
Desde los 14 años Milagros ingresó al radar de las selecciones juveniles, y se afianzó en 2022 integrando el equipo que se consagró campeón Sudamericano en Brasil. Con vistas al Mundial de este año en China, Mili participó en cada convocatoria realizada por el DT Martín Duhau, y se terminó ganando el lugar luego de una última concentración en la que había que darlo todo.
“Fue en las vacaciones de invierno, así que ninguna tenía ni facultad, ni escuela y entrenábamos todos los días. Le metimos muy duro y trabajamos mucho, con mucho esfuerzo. Cada una puso la parte que tenía que poner y creo que todas nos merecemos estar acá. Fue un esfuerzo grande”, contó la nicoleña en diálogo con La Deportiva (FM 89.9).
“Ya pasaron un poco los nervios; la verdad es que estoy muy ansiosa por lo que se viene y feliz”, expresó.
Jugar en una Liga del interior como la Asbalnor, más allá del enorme crecimiento que ha mostrado en los últimos años, provoca que las y los convocados a los procesos de selecciones arranquen con cierta “desventaja” respecto de los jugadores del ámbito metropolitano. Pero Milagros Schenider demostró que no hay barrera que no se pueda cruzar.
“Es algo muy entendible eso, y tal vez las chicas de la Metropolitana, como las ven casi siempre en todos los partidos que juegan allá, pueden estar un poco más ‘relajadas’ en las concentraciones. Las chicas del interior, cuando vamos a Buenos Aires queremos dar todo el mayor esfuerzo, y la frustración es más grande cuando las cosas no salen bien. Es como que te pueden ganar los nervios y la ansiedad porque no te ven jugar siempre, y tenés una semana para dar lo mejor y mostrar todo lo que podemos hacer. Siento que todas dimos todo y todas nos merecemos estar ahí”, señaló la nicoleña de 17 años.
Respecto de las principales diferencias que puede encontrar en el nivel de las chicas de Femebal y las del interior, Milagros opinó que “acá en lo que se ve en Buenos Aires es la rapidez del juego, el contraataque, cómo suben rápido, cuando la defensa hace algo mal y te meten el gol, o cosas así; es un juego mucho más rápido y tenés que usar más la mente en esos casos, y no equivocarte tanto”.
Hora de viajar
El Mundial se disputará en Chuzhou, China, desde el 14 al 25 de este mes. La selección viajará el 10, buscando llegar al debut sin los efectos del jet lag (hay 10 horas de diferencia) y con algunos entrenamientos encima. El debut será el miércoles 14 vs. Hungría; luego chocarán con Noruega el viernes 16, y cerrarán el grupo ante Kazajistán el sábado 17.
“Tenemos un equipazo, confío en las compañeras que tengo, pero sabemos que va a ser un grupo muy difícil”, analizó Milagros. “Hungría y Noruega sabemos que son equipos muy duros, y que tenemos que ir con las cosas bien claras”, agregó.
En este plantel, la nicoleña se reencontró con varias compañeras con las que lograron el Sudamericano de Cadetes en 2022. “Es muy lindo volver a encontrarnos, porque esto es una progresión que ya viene de hace tiempo”, dijo.
Sobre sus habituales convocatorias a la Selección y el sueño de poder dedicarse al handball profesionalmente, la nicoleña reconoció que “me encantaría”. “Al deporte yo lo tengo como algo primordial en mi vida, pero también hay muchas cosas que planear; irme a otro lado a jugar sería muy lindo para mi crecimiento personal, pero obviamente también tengo acá a mi familia, a mis amigos, y creo que me costaría mucho salir”. De todas formas, contó que “tener una oportunidad así sería un sueño, me alegraría un montón. Y mi familia y amigos me apoyarían”.