Bravo, el perro de compañía de Diego, fue sacado de su casa el 28 de junio. Desde entonces, Diego lo buscó incansablemente. Finalmente, alguien vio al animal, lo retuvo y desató la felicidad al reunirlo con su dueño.
Días atrás, Diego, un vecino de la localidad bonaerense de San Bernardo, había pedido ayuda a través de las redes sociales para dar con Bravo, su perro y “pareja terapéutica”, como lo llama, ya que ambos están en tratamiento contra el cáncer.
Con el paso de las horas y el tesón de la búsqueda, la sentida historia pasó a los canales de noticias de alcance nacional y, finalmente, tuvo final feliz: Diego y Bravo se reencontraron en Mar de Ajó.
Todo comenzó el pasado 28 de julio, cuando en un pequeño descuido durante el desayuno, Bravo se escapó y, por la rapidez de su desaparición, Diego advirtió que podría haber sido robado. Tras consultar en el barrio, confirmó esa sospecha, ya que Bravo es de la raza Ovejero Mallinois.
A partir de ese momento Diego impulsó una campaña “de vida o muerte” para encontrar a Bravo, ya que por su estado de salud es fundamental su compañía. Además, el perro necesita medicación y controles, debido a que también está en tratamiento oncológico.
“Sabemos que se lo llevaron y lo tiraron en Las Toninas. Estamos buscándolo sin falta, día y noche”, expresó Diego días atrás en videos difundidos en redes sociales y en notas televisivas. “Más allá de lo que puede llegar a valer, es un compañero terapéutico y se está entrenando para cuidarme a mí”, indicó en plena búsqueda. Y detalló: “Bravo duerme conmigo, desayuna, pasea, hace las compras conmigo. Somos uno. Estoy roto. Es un perro, pero no es un perro, es mi vida, yo lo cuido a él y él me cuida a mí. A mí me cambio la vida Bravo”.
La campaña se viralizó en redes sociales y empezó a resonar por las localidades del Partido de la Costa, de boca en boca. Durante los cinco días que Bravo estuvo perdido, una mujer pasó un dato certero: dijo haber visto cómo lo bajaban de un auto en Las Toninas. Diego fue, recorrió la ciudad, pero no tuvo éxito.
En tanto, cuando los canales de noticias se sumaron a la búsqueda, la magia de la televisión hizo lo suyo y, finalmente, el viernes pasado se logró el hallazgo y el reencuentro en Mar de Ajó.
“El dolor fue terrible, estoy agradecido a los medios, a la gente de Las Toninas, de Mar de Ajó, de Mar del Tuyú, de toda la costa, el apoyo fue increíble, me llegaron mensajes de todo el país”, aseveró Diego. En diálogo con América 24, contó que Bravo “tiene dolores, tiene golpes, marcas, lo pusimos a dieta con el veterinario de confianza porque comió porquerías, pero ya está bien”.
Denuncia
Luego de la alegría por el hallazgo de Bravo, Diego indicó que la Justicia se está haciendo cargo de la causa. “Hay una denuncia por robo de perro, hay datos que no te puedo dar, lo maneja la fiscalía. El perro nunca se escapó, al perro se lo llevaron, no sé después lo que pasó, por qué lo soltaron, tal vez por la difusión pública”, indicó.
Asimismo, aseguró que en la búsqueda lo ayudaron varias personas, entre ellas su hijo, de quien quiso resguardar su identidad, además de Diego García, el entrenador de perros de la policía bonaerense, y de los vecinos de San Bernardo. “Hicimos un equipo de la ostia, estábamos las 24 horas recorriendo”, indicó.
El broche de oro de esta historia de compañerismo y superación fue el video del momento en el que Diego y Bravo se abrazaron en la calle, filmado por una de las mujeres que lo encontró. Emoción, lágrimas, ladridos, y una escena inolvidable. (DIB) ACR