Luego del acuerdo por salarios siderúrgicos que puso fin a una tensa negociación de más de siete meses, el presidente ejecutivo de Ternium Argentina, Martín Berardi, destacó que durante todo ese periodo la compañía fue otorgando subas salariales a modo de anticipo. “Las discusiones finales fueron por uno o dos puntos porcentuales”, señaló en contacto con Radio U.
De la redacción de EL NORTE
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Luego de más de siete meses de una conflictiva negociación paritaria que finalmente la semana pasada desembocó en un acuerdo, el Ing. Martín Berardi, presidente ejecutivo de Ternium Argentina repasó hoy en el programa «Primicia Nicoleña» (Radio U), reconoció que “la circunstancia de que fuese una negociación tan extensa generó mucha tensión y mucha preocupación”.
Por lo demás, señaló que al menos tres circunstancias coincidieron para configurar el marco en que se dio la extraordinariamente extensa discusión salarial.
“Estamos ante un cambio macroeconómico que generó un impacto inicial muy fuerte en el nivel de actividad. Recién ahora nos estamos recuperando. Cambiaron variables: hubo una fuerte devaluación con caída de la demanda, configurando para nuestra actividad un momento muy complicado. En esos momentos era razonable que fuese difícil ponernos de acuerdo”, repasó Berardi, quien es además presidente de la Cámara Argentina del Acero, la entidad que había iniciado hacia mediados de diciembre pasado el reciente capítulo paritario que del otro lado de la mesa de negociación tuvo a dirigentes de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
“En este escenario de tanta incertidumbre, que no sabíamos cuánto iba a durar, la UOM a nivel central pretendía tener aumentos salariales por encima de la inflación. Era complicado. Nosotros entendíamos que eran momentos para, en conjunto, sostener el empleo todo lo que pudiésemos. No eran momentos para pretender ganar en medio de una crisis”, advirtió el industrial siderúrgico.
Sumó que “al principio [de la negociación] la inflación fue muy alta, hasta que después empezó a bajar”. Y recordó enfáticamente que “en ese contexto, pese a que no había un acuerdo paritario empezamos a dar aumentos para defender a nuestra gente”. “No había acuerdo paritario pero había aumentos, a modo de anticipos. Y eso es algo que permitió extender la discusión. Fue una circunstancia que descomprimió la presión por cerrar un acuerdo, tanto que en verdad las discusiones finales fueron por uno o dos puntos porcentuales”, sumó el presidente ejecutivo de Ternium Argentina.
A modo de balance, Berardi se declaró “contento” con el acuerdo firmado y midió que “llegamos adonde debíamos llegar”. En tal sentido, evaluó: “De abril del año pasado hasta junio de este año, cerramos un periodo de 15 meses con una diferencia de 0,4% entre los aumentos salariales de convenio y la inflación”.
“Demasiado optimistas”
Por otra parte, el presidente de Ternium expresó que “comparte la visión” de Paolo Rocca, presidente del Grupo Techint, quien en las últimas horas en ronda de inversores de Tenaris manifestó que “fuimos demasiado optimistas” respecto de las políticas económicas del actual Gobierno nacional.
“Comparto la visión del Dr. Rocca. Al principio la perspectiva de un cambio hacia una economía más racional y más integrada con el mundo generó algarabía, un optimismo que posiblemente no era tan consciente del costo de la transición. Al principio pensábamos que todo iba a ser más rápido; pero cuando uno ve las dificultades que hubo y que hay que afrontar, es difícil que todo sea tan rápido. Todos los cambios generan resistencia. Lo vimos, por ejemplo, en la discusión de la Ley de Bases. Cambiar no es fácil, es complicado. La política tiene que hacer su trabajo para ir avanzando; y eso es más lento de lo que creíamos que podría ser”, evaluó Berardi en Radio U.
De cara a lo que viene, el industrial siderúrgico consideró que “con el RIGI y el fomento de la inversión privada y el crecimiento del sector privado, la Argentina está caminando en una dirección acertada”. “Puede haber errores y discusiones, porque en la política nada es perfecto; pero lo importante es que vayamos en la dirección correcta”, refrendó.
Buenas perspectivas
Habiendo dejado atrás un semestre en que la industria siderúrgica nacional experimentó una baja en la producción de acero crudo del 25%, el presidente de la Cámara Argentina del Acero puso ese balance en contexto. Y aseveró que mientras que las ventas de julio fueron mejores, las expectativas para agosto y septiembre resultan aun superadoras.
“El parate empezó en octubre del año pasado cuando la Argentina se quedó sin divisas. Y tuvimos que frenar la compra de insumos porque ya no teníamos más acceso al Mercado Único y Libre de Cambios [MULC] para pagar las materias primas. Ese parate, que fue casi del 30%, duró hasta mayo o junio de este año. Al principio fue por falta de divisas y después, por los cambios macroeconómicos”, repasó Berardi.
En este punto añadió que “las ventas de julio ya fueron mejores” y subrayó que “la proyección para agosto y septiembre, de acuerdo con las órdenes que ya tenemos en cartera, son mejores todavía”.
“Lo peor del cambio macroeconómico ya pasó y esperamos que el segundo semestre sea claramente mejor que el primero. Cuando uno compare los números interanuales, de cada mes de este año en comparación con los mismos meses del año anterior, el saldo no será de crecimiento. Pero cuando comparemos los datos intermensuales vamos a ver mes a mes una recuperación de la actividad”, señaló el industrial siderúrgico.
Y concluyó: “Es un reflejo de lo que pasa en todos los sectores. Con la venta de cemento o la de autos, pasa lo mismo. También en línea blanca. Y todo eso repercute en el acero, que es una suerte de termómetro de la actividad del país”.