La joven argentina de 28 años fue asesinada a puñaladas y todo se enfoca hacia un femicidio; “Delfi no lo quería ver más”, aseguran en su círculo cercano en cuanto al hombre que la acosaba.
Era lunes por la noche cuando en la Policía de Miami Beach publicaron un tuit para informar sobre un reporte de las 18.24. “Se respondió a un llamado de apuñalamiento en la Avenida Harding al 7330. Los oficiales llegaron y ubicaron a un hombre y a una mujer con aparentes heridas de puñaladas. Ambos fueron transportados al Hospital Jackson Memorial. La información preliminar sugiere que se trató de un incidente doméstico”, detallaron en ese entonces desde la fuerza.
Al día siguiente, se supo que el nombre de esa mujer era Delfina Pan, que tenía 28 años y que se dedicaba a la fotografía y al diseño gráfico. También que era argentina, pero que residía en esa ciudad de la costa este estadounidense.
El papá de la víctima, José María: “Sé que donde estés serás como esa campanita sonriente, esa campanita alegre, esa campanita que siempre alegró mi alma”, redactó para ella en una publicación de facebook.
Pero las horas avanzaron y las versiones ahora se dirigen a que Delfina fue víctima de un brutal femicidio, que habría sido cometido por un hombre veintiañero que trabajaba con ella en un local gastronómico ubicado en la Lincoln Road. Según cuentan los amigos de la joven, este compañero -que sería argentino también y cuyas fotos ya circulan en las redes sociales- la acosaba.
“Delfi no lo quería ver más”
“Hace más o menos tres semanas Delfina me contó que había un chico que la venía acosando bastante durante las jornadas laborales, que a ella le molestaba y le daba miedo”, relató Rodrigo Belascuen, de 25 años, un amigo de Delfina que se dedica a las producciones audiovisuales y que la conoció cuando ella sacaba fotos.
Juntos emprendieron el viaje a Miami y juntos también vivieron en el departamento que ahora es la escena de un crimen. Belascuen escuchó desde la Argentina, adonde volvió en mayo, la preocupación de la joven por su acosador. Esa fue la última charla que tuvieron antes de que a Delfina la mataran en ese hogar que ahora compartía con su mejor amiga de toda la vida.
Tanto Belascuen como otros amigos que hablaron, pero prefirieron no dar sus nombres, coincidieron en que la fotógrafa pidió el cambio de turno en el restaurant para así evitar cruzarse con este hombre, pero que en el local no se habrían hecho eco de esa solicitud.
Incluso, narraron que una vez este joven intentó subirse al Uber de Delfina y que ya habría acosado a otras mujeres que trabajaron con él.
“Delfi tenía miedo de este tipo, no lo quería ver más. Hace tiempo que venía sufriendo acoso“, narró un amigo que la conoció en Estados Unidos a principios de este año -cuando ella llegaba a instalarse allí- y que la ayudó en ese nuevo comienzo. Además, quiso aclarar: “No eran pareja y tampoco vivían juntos”.
Mientras tanto, un vecino de la diseñadora contó que vio al atacante. “Sabía que ella venía desde la Argentina, no puedo creerlo. Yo vivía dos pisos abajo del suyo, es muy loco. Al chico que hizo esto lo vi subir por las escaleras hacia el departamento mientras yo salía para el trabajo”, detalló.
En el círculo íntimo de Delfina afirmaron que su femicida aún está internado y detenido. Según la versión oficial de las autoridades policiales, tanto la joven como su agresor llegaron con heridas al hospital. Voces extraoficiales señalaron que las lesiones del hombre podrían ser producto del intento de defensa de la joven o que se las habría autoinfligido luego de atacarla.
Fuente: La Nación.