La Asociación que nuclea a las 3 mil escuelas privada de la PBA, dijo que la nueva forma de acreditación de saberes permite “a evaluación continua” y el “seguimiento personalizado”. Y que “el concepto de recursar un año ha perdido efectividad en la actualidad”.
La Asociación de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos Aires, que nuclea a los más de 3 mil colegios privados que existen en territorio bonaerense, respaldó hoy la reforma del colegio secundario que anunció el gobierno de Axel Kicillof, a la que calificó de “excelente noticia”, en especial en lo que respecta al mecanismo de acreditación que elimina la necesidad de recursar materias ya aprobadas.
El nuevo régimen, que se aplicará desde 2025, prevé que las evaluaciones sean cuatrimestrales y numéricas: las materias se aprobará con 7 o más, mientras que aquellas en las calificación sea menor deberán “intensificarse” –revisión de contenidos en un período de 15 días – o recursarse, en el caso de que las materias reprobadas sean más de cuatro. Lo que no existirá más es la necesidad de volver a cursar las materias aprobadas, por lo que no habrá repitencia de año.
Ese nuevo método de evaluación de saberes “transformará la estructura rígida de la escuela secundaria tal y como la conocemos. Es imperativo encontrar nuevos factores que motiven a los alumnos a estudiar, ya que el concepto de recursar un año ha perdido efectividad en la actualidad”, explicó el secretario Ejecutivo de Aiepba, Martin Zurita, quien calificó de “excelente noticia” la reforma.
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En el comunicado de los colegios privados se explica que “la acreditación de saberes por materia, con la posibilidad de tener hasta cuatro materias pendientes, implica el establecimiento definitivo del concepto de evaluación continua. Cada materia será un proceso que finalizará una vez se logren los aprendizajes necesarios. Este enfoque refuerza la importancia del aprendizaje continuo y personalizado, adaptado a las necesidades individuales de cada estudiante”.
La reforma, que obtuvo el respaldo de la oposición en el Consejo Educativo que la aprobó, también establece un régimen de correlatividades por el cual algunas materias deberán ser aprobadas antes de poder cursar otras. Es un mecanismo muy similar al que rige en las universidades y en los colegios secundarios de países como Estados Unidos, algunos de Europa o, en la región, de Uruguay.
El nuevo régimen plantea un gran desafío, ya que se incrementan las instancias de intensificación de las materias pendientes de otros años en simultáneo con las cursadas actuales. “Será esencial encontrar soluciones para que tanto docentes como alumnos puedan administrar ambos procesos de manera eficiente. Asimismo, las escuelas deberán gestionar los espacios y el tiempo necesarios”, explicó Zurita.
Desde AIEPBA, además, resaltaron que la reforma se alcanzó “con diálogo y trabajo conjunto” entre el Gobierno y el resto de los representantes de la comunidad educativo, “a diferencia de los que ocurrió el año pasado” cuando la Dirección General de Cultura y Educación, a cargo de Alberto Sileoni, impulsó cambios que recibieron un rotundo rechazo y que, por eso, no se llegaron a aplicar.
Aiepba indicó por otra parte que “la transformación del régimen académico no se reduce al cambio de la regulación sobre calificación, evaluación, acreditación y promoción, que parece concentrar la atención bajo un eslogan como “repitencia sí o no”. Implica revisar la organización del currículo y de la enseñanza, los tiempos y ritmos, la organización del trabajo docente, la articulación entre niveles y los sistemas de apoyo a los estudiantes”.
En ese sentido, la entidad remarcó la necesidad de encarar una transformación integral que debe ser planificada, apoyada en el conocimiento experto y programada en el tiempo. Lo que se presentó hoy es un primer paso; ahora viene todo este trabajo para mejorar la calidad educativa”.