En un mediodía caluroso, mientras en la calle no había nadie ya que todos estábamos esperando que ese rumor no se confirme. En los canales de TV había silencio, era toda incertidumbre y lagrimas. Hoy un año después de tu partida, el cielo llora tu ausencia.
Durante todo este año, como le ha pasado, seguro, a mucha gente, nos han venido muchas imágenes de alguien que, creíamos, era inmortal. Y nos repetimos una y otra vez :’no creo que El Diez se nos haya ido para siempre’.
Le pasa igual a la gente que estuvo muy cerca de él -que eran muy pocos- en los últimos días de su vida. Estos días los pasan con mucha tristeza en el cuerpo. No era una leyenda, no era una persona más. El Diez era dios para muchos. Y el recuerdo así lo plasma.
En estos 365 días, han sido innumerables los homenajes que le han rendido en todo el mundo: Buenos Aires, Nápoles… o cualquier rincón futbolero han recordado la figura de un tipo polémico, genial en la cancha y que dejó huella -en todos los sentidos- en el mundo del fútbol: Diego Maradona.